Desde el reino omnisciente

Desde la sensibilidad de un reino omnisciente, te informamos de ue tus canales más sutiles están en alza. Por eso, tu mente es receptiva a aspectos que para otros resultan desconocidos o les pasan desapercibidos. 

Tienes en torno a ti multitud de guías de protección que enriquecen tu espacio vital y lo convierten en un hervidero de facilidad, ligereza y transcendencia.

Sigue trabajando en tu espacio vital y volando en plenitud: con tus alas desplegadas y replegadas, en actitud de reposo meditativo.

La lentitud con que transcurre tu mundo, te hace ejercitar la paciencia de forma dulce y suave y, en consecuencia, vives la vida sin prisas, con más tiempo para sentir y apreciar al ahora.

Tu aura de luz es resplandeciente y vamos a enviarte más información relativa a tus otras vidas, vidas para complementarte e implementar aún más la espiritualidad a tu realidad armónica, cada vez más llena de verdad, sencillez y de momentos emotivos de felicidad.

Recibes la ayuda precisa para este instante. Estás en paz pero todavía debes ahondar más en este estado de conciencia hasta incorporarlo plenamente a cada uno de tus hábitos.

No temas por nada pues tu Madre Tierra te protege y sigue cada uno de tus pasos como si fueran los suyos propios. Sabe que has aprendido a amarla y que sientes como su hija. Y así eres tú para ella: su hija terrestre, venida del reino de Moor, de los elfos y las hadas para deleitarse en el placer de aplicar la espiritualidad y la luz a la tercera dimensión e impulsar la elevación hacia la cuarta.

La brisa te acaricia las ideas ycada vez más personas llaman a tu correo de forma gentil y adecuada en busca de orientación. Como maestra de la luz y de hacer soñar a las personas que tú eres no necesitas ir en busca de otros sino que son precisamente los demás los que se acercan a ti. Aprovecha los espacios en blanco para instruirte en la escuela de la Tierra y todo lo que aprendes aquí después lo aportarás y reportarás al reino de las hadas. Se te va a permitir ahora experimentar en la Tierra la libertad y la ligereza de espíritu que experimentaste en otro reino. Eso hará que ya no eches de menos tus orígenes y que en tu corazón resplandezca la verdad de la hija de la Tierra que eres. De hecho, ya has estado disfrutando de ese manto de libertad adaptado a tu piel. A este margen de libertad apelas para escalar posiciones en la luz y es que el desapego conduce a la libertad más absoluta: la libertad de espíritu. 

Para sentirte libre no dependes de nada, sólo de tu visión de espíritu, la apertura de corazón y del anclaje en el alma, libre siempre de decir sí o no en función de la necesidad o respuesta del momento. 

Desde el reino omnisciente presenciamos tus días de calma y de revelación tranquila de tus dones, amparados por tus guías de luz, que ya están trabajando a fondo para que los saques a relucir al exterior. 

Vas desarrollando tu fe en la vida, en la sonrisa del instante, flexibilizándote a las exigencias de tu mundo, aceptando lo que no depende de ti para potenciar la realidad de tu espíritu y agradecer lo bueno que todavía te queda. De este modo, la vida te hace pequeños regalos que recibes con el corazón agradecido de una chiquilla que es feliz por naturaleza. Esa chiquilla ahora sonríe como la luna y juega en el río de su bosque. Pero tú puedes percibir su emoción pues ya se ha quedado contigo para siempre. Esa chiquilla sabe más de lo que crees y va a ofrecerte la llave de tu castillo interior para que retornes a tu hogar de espíritus maestros, hadas y elfos expectantes de telepatizarte sus conocimientos y sabedores de que éstos deben llegar a corazones famélicos de espiritualidad que desean calmar sus inquietudes y cuyas almas pueden verse identificadas en tus palabras venidas desde tan lejos. 

Sigue tu intuición que sigue admirando a aquellos llenos de sabiduría que se han atrevido a confiar en su propia senda, emprender su camino, descubrir su verdad para luego difundirla y compartirla. Uno de los regalos es que ahora el tiempo se adapta a ti, servilmente, en consonancia con tu vibración no densa, sino ligera que se eleva por encima de tu núcleo para llenarse de vacuidad y sacar a relucir su propio brillo. 

La magia te abraza y te toma de la mano para recordarte que eres un hada maestra con una misión en la Tierra: la de difundir el conocimiento de donde procedes desde el amor a tu reino hadado y el amor a tu reino actual. 

Si te viene alegremente e inesperadamente  alguna idea, como un flash relativo a acciones intuitivas que antes llevaste a cabo y que nadie te enseñó, retómala y no dudes de que nosotros hemos procurado refrescarte la memoria. Limpia memorias negativas y rememorarás las que te pertenecen por derecho del alma.

Desde el reino omnisciente y el reino de los meditadores conscientes, tomamos el resultado de tus energía de luz enviada a la Tierra y al Universo en tus meditaciones y nos aseguramos de que llegue a buen puerto.

Todos agradecemos tu dedicación espiritual que seguirá en alza y para ello te brindaremos nuevas motivaciones que iluminen tu camino.

Todos los guías queremos estar contigo y con todos vosotros. Gracias por darnos cabida.