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viernes, 27 de septiembre de 2013

Canaliazación de los guías

Te hallas en un valle tan profundo y hermoso como en el que pasabas los veranos con tu abuela en  la casa de las montañas. Escuchas el tintineo de las campanas del rebaño como sonido de fondo lo cual  te recuerda el que solías escuchar al atardecer en el pueblo, cuando las ovejas habían bajado de la ladera y pasaban balando por delante de la casa de tu infancia camino al establo.

Para ti el mugir de las vacas y el balar de los corderos formaban parte de los sonidos de la montaña. Tu abuela era cariñosa contigo y te contagió su amor por los ángeles, esas criaturas custodias que velan por nosotros.

 bailarina, abierta y alegre. A tu abuela le encantaba hablar y reír contigo. Ella alentaba tus dones y te comprendía y todavía lo sigue haciendo pero desde otro plano. Quiere que la sientas como si fuera tu madre y que no dejes de creer en ti misma. Un lugar idílico de naturaleza virgen y fresca te espera, un lugar lugar que sabe a pura vida, a puro goce.

El viento de las montañas te recorre el cuerpo pero tú en lugar de quejarte, te sientes más viva y presente. El frío te gusta y cuando el dia amanece lindo, húmedo y fresco se convierte en una bendición para ti. El calor, en cambio, te alentece y hace que te sientas pasiva y adormecida.

Hoy ha amanecido lindo y en la costa se respira la pureza del hábitat marino que acoge a muchas especies animales. Sentir la vida animal es un milagro para ti pues la naturaleza y sus especies fueron un regalo divino para la humanidad. Respetar ese regalo como si fuera sagrado se ha convertido en tu forma de vida. 

Adoras a los animales y de ellos estás aprendiendo el no juicio, el vivir únicamente el momento y a llevar una vida simple enraizada en el ahora. Eso te hace experimental el rol de los árboles, aposentados sobre sus raíces, clavados fuertemente a la tierra que los sustenta. 

Los árboles, observadores neutrales de la realidad, constituyen testigos silenciosos de un entorno que no juzgan, mientras oxigenan la atmósfera y aseguran de este modo que el aire sea respirable. Nunca respirar, vivir aquí te había resultado tan liviano. Le agradeces a tu abuela, allá donde esté, que te halla guiado hasta aquí. Aquí es donde recoges y disfrutas de la fuerza de tus ancestros y donde entras en contacto con la magia y la luz de tan privilegiado lugar. Aquí tu corazón late con alegría y se funde con tu niña interior.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Canalización de los guías

Eva:
Seguimos a tu lado en la serie de incidencias agradables e inesperadas, especiales, inescribibles que están aconteciendo a tu alrededor y que tomas como una caricia que reconforta tu corazón.

Los niños son esos soldaditos de la paz que con sus gorgoritos nos dejan perplejos pero resultan una manera de transmitir amor. En la paradoja radica enseñanza la cual no siempre se transmite de forma prevista o planificada sino que puede llegar a ti por cauces que jamás hubieras imaginado. 

Pero los niños llegarán a ti para dejarte entrar en su espacio particular y comunicarte sus mensajes. Los niños muy pequeños recuerdan todavía de donde vienen pero al intentar transmitírnoslo los frenamos hasta que consiguimos reprimir su recuerdo y olvidan. Tú vas
a ser la receptora de esos recuerdos todavía frescos de los que ellos son sus mensajeros y gracias a tu especial sensibilidad y a todas las experiencias por tú comprendidas en el planeta Tierra, avivarás un conocimiento destinado a ver la luz desde la reserva, la inocencia y la discreción que poco a poco irá aflorando y esparciendo su semilla.

Así pues, llevas en ti el germen que hará que el conocimiento de los grandes maestros encarnados hoy en cuerpos pequeños ocupe un privilegiado lugar en tu corazón. Compartirás secretos y confidencias con esa preciosidad de almas lindas y dulces con los ojos tan abiertos
como su corazoncito cándido. Linda niña vas a compartir con niñas también lindas como tú. Las palabras te van a saber a miel y los abracitos, al amor incondicional de una madre que ejerce de madre. 

Vas a sentirte como una chica consentida, amada, que fluye los suyos. De hecho, ya estás saboreando esta sensación de libertad que aunque no resulta visible a efectos de los demás tú si la experimentas como factible y lúcida. Nos alegramos, tus duendes, de este nuevo paso tuyo en el camino, de estas sonrisas y alegrías que ves y sientes con tus amiguitos. Te va a llegar plata inesperada y vas a sentirte una niña caprichosa que saborea un dulce con sabor a recuerdo de infancia.

Con el amor de siempre de tus duendes celestes.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Canalización de los guías

Te alzas serenas sobre las aguas mansas del lago de luz cuya superficie está bendecida por los ángeles y en donde las sirenas se dejan caer  para disfrutar de la paz  del momento. 

Percibes la calidez de estas aguas que sanan con tan sólo rozarlas y además te recuerdan tus orígenes. En este planeta líquido te sumes en un estado de claridad previo a la iluminación donde eres conciente de varias realidades a la vez.. La corriente fluye en tu interior y te confiere un grado de alerta donde todos tus sentidos están despiertos. 

Una felicidad incipiente circula por tus venas y te hace sentir pletórica. Te sientes renacida y en casa.  

Imagen registrada*

Las sirenas siguen el mismo curso del agua, mientras sus cantos se posan en la orilla donde se funden con las ondas y se transforman en luz de alta vibración.

Sientes la elevación de la energía en el corazón y, henchida de felicidad, tomas el instante entre tus brazos y te quedas dormidita, abrazándolo como si fuera tu madre. Confías en el ahora, a partir de él has regresado al hogar, te ha traido a donde perteneces, a este mundo líquido donde todo fluye en sintonía con el instante, en un abrazo eterno tan significativo que incluso las palabras sobran. Aquí lo que verdaderamente rinde significado es lo trascendente, lo que está despojado de la forma, la desnudez del alma. 

Se marcharon los disfraces, las capas añadidas y has resurgido en tu verdadera esencia.

Has desplegado las alas empolvadas y has conseguido volar después de hacía tanto tiempo que ya no recordabas que las tenías. Pero alzando el vuelo has visto lo que realmente eres y has ido directa a ello. 

En la luz de la divinidad resplandeces como la estrella que eres pero sigues siendo en carne y hueso. A partir  de ahora ves las cosas como son realmente tal y como hacen los grandes maestros. Y es que tú eres una de ellos y has venido a mostrar tu luz. Aunque esto te resulte
increíble, es así.

Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustración inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual 
Técnica ilustración: Acuarela

viernes, 13 de septiembre de 2013

Canalización de los guías

La belleza de la vida reside en la atención serena, completamente focalizada y destinada al instante. La mansedumbre del momento te abraza y se queda contigo. Pierdes la noción del tiempo, cuando éste se adapta a ti y a tu latido.

 Imagen registrada*

La existencia se te presenta amigable como si vuestra amistad hubiera pasado a resultar tan viva que vibra con el mismísimo ahora y lo experimentas como la mejor de las bendiciones. Llévate cada instante al paladar como si fuera el más dulce de los caramelos y te alegrara la vida pues eres alegría en ti misma y la irradias de forma natural al igual que lo hacen los niños.

Has cultivado una paz profunda que marca tu camino y lo siembra de luz. La brisa de la mañana te acaricia el alma y su frescura te recuerda que tu niña sigue contigo y te sonríe con ternura. Ella se siente querida y escuchada y te agradece tus atenciones.

El horizonte destila un brillo especial que otorga al lugar un matiz sublime de apariencia angelical. Al fondo de las montañas crees contemplar una figura alada que te transmite confianza y sosiego. Te quedas con esta agradable sensación y respiras profundo. Tomas conciencia del ahora y de su dimensión invisible, sin forma. 

Algo sagrado rodea el lugar de un halo divino que te estremece. Estas en la naturaleza pero puedes percibir el santuario natural que ésta despliega con su presencia. El silencio ha tomado posesión del lugar y te regala un espacio interior infinito en el que podrías incluso volar. 

Te sobrecoge el estado apacible que se respira en cada muestra de vida de este lugar bendito donde tienes la fortuna de pasar tus días. Un aroma a tierra mojada te recuerda la infancia y la conexión que tenías con la madre naturaleza. Durante toda tu vida has avivado esta relación hasta el punto de sentirte en unidad con la Madre Tierra. 

Te has enamorado de este planeta precioso, azul, verde, radiante, terrestre.  Todos venimos a sentir el amor pero es un amor que para que sea verdadero no requiere nada a cambio y si no lo percibimos así, vivimos nuestra propia mentira. La verdad no siempre gusta pero no se hizo para gustar sino para sentirla en nuestras carnes y aceptarla, independientemente de ésta  dependa de nosotros o no. Una nueva visión de serenidad se descubre ante ti como una cortina de lluvia fina que remarca los colores del bosque y lo embellece.

Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustración inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Acuarela 

Canalización de los guías

Te yergues serena y segura como una brizna de hierba fresca o una espiga que sabe que va a ser alentada por la vida a ser lo que quiere ser. 

Con los esquemas mentales claros partes de una posiciónprivilegiada donde enfocas toda tu energía en el escenario que recreascreativo, tranquilo y silencioso. Con el olor a pura vida impregnado en tu alma, te quedas callada abierta al canal de comunicación con elUniverso. 

Breve, concisa, sincera con tus palabras, abres un caminodiscreto y reservado a aquellos que saben escuchar. El silencio se haanclado en ti de la misma forma en que los árboles están ligados a sus raíces. Percibes una belleza especial desde tu nuevo cónclave que te irriga el corazón de luz divina. 

Un ángel  te irradia su luz y tú, simplemente, la recibes. Ondeas tu bandera en un horizonte de esperanza abierto a la paz del espíritu. Aquí has emprendido tu vuelo particular y  te has encontrado cara a cara con lo que eres.  

 Imagen registrada*

Te has topado con un paraíso de seres elementales presentes en los cuentos de hadas y en la divinidad del cielo.

El arco iris tiñe el cielo de sus colores y le otorga ese matiz cálido y coloreado que hace sonreír a sus espectadores. Presencias un espectáculo de luz que te llega al corazón y te emociona. Tu aura permanece cristalina como los ríos que nacen en los picos nevados, casi tocando el firmamento.

Cada paso es un paso hacia el alma y supone un mayor conocimiento de ti  misma, por eso, tu confianza en tu intuición ha pasado a un primer plano. Has aprendido a confiar en ti misma y a escuchar a la niña que fuiste.

Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustración inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Pastel 

martes, 10 de septiembre de 2013

Canalización de los guías

En la ribera del río las salamandras están al sol, mientras las hadas se peinan los cabellos y sonríen a los duendes. El día resplandece de alegría y los seres elementales se empapan de ella pues la chispa de la vida les conduce a vivirla con pasión. 

Un remolino de amor incondicional salpica el lugar de divinidad y milagro, mientras la existencia transcurre serena y cristalina como el riachuelo de las salamandras. Una cortina de paz arropa este cuento de hadas con el amor de una madre que nada pide a cambio.
 
Los duendes les hacen travesuras a las salamandras, que permanecen un tanto indiferentes e inactivas debido al sopor del verano. La danza de las hadas ha empezado. Las hadas siguen el ritmo complacidas por una melodía dulce  que convierte el lugar en una pista improvisada de
baile. Las hadas pueden probar, degustar las notas musicales y les saben tan sabrosas como el pan de miel.

Estas hadas danzarinas regan el lugar de magia en cada paso, en cada movimiento y con su varita mágica apuntan a los animalitos que necesitan luz. Ellos la reciben agradecidos pues se sienten bendecidos. Al finalizar el baile, las hadas emprenden su vuelo hacia un destino desconocido donde muchos niños las esperan para escuchar cuentos y leyendas de princesas y castillos encantados.

A las hadas les encanta, no sólo protagonizar cuentos de hadas, sino también explicarlos a los niños y jugar con ellos, viviendo su propio cuento y disfrutando de él. Así, los niños pintan el cuento con sus mejores colores y formas y le van dando forma, modelándolo como una arcilla mágica, según les sopla la voz del corazón. Estos niños guardan un secreto, es un secreto oculto entre cofres de tesoros que sólo puede ser desvelado en el Reino Mágico de los Niños, un reino de sueños y de fantasía donde la vida se experimenta como un soplo de luz, como un tintineo que promete ensoñaciones y aventuras. 

Déjate hechizar por la magia de los cuentos de hadas y vibra con ellos en cada instante que te acompañan.

 Imagen registrada en Safe Creative*

Canalización de los guías

Las aguas vuelven a su cauce, fluyendo serenas hacia la ribera rebosante de paz y de esplendor. En esta ribera, la vegetación luce hermosa y se percibe tan viva que es como si fuera capaz de hablarte.

Esta ribera se halla ante un bosque frondoso plagado de seres elementales que se dejan cautivar por la pureza de este lugar. Fascina cada haz de luz, posado sobre las gotas de rocío que bañan el bosque de frescura que junto con sus hermanas las gotas de lluvia, le confieren el grado óptimo de humedad. El vuelo de las hadas también contribuye a este propósito pues los seres elementales colaboran conla vida del bosque y la impulsan con su energía. 

La familia de hadas se funde con el alma del bosque y con todo lo que ésta contiene. En las almas de los árboles se halla guardada una sabiduría que se transmite con la brisa que roza las hojas y con el contacto élfico que todo lo comprende. Este rasgo de comprensión propio de los elfos los eleva hacia la inmortalidad y los posiciona en altos rangos de la jerarquía  espiritual.

 Imagen registrada*

El amanecer se deja caer sobre este paisaje verde y lo acaricia con dulzura. La magia de un nuevo día destapa el día e ilumina el horizonte con una nueva luz que promete esperanza y bendición. Las alas se abren como símbolo de un mundo élfico que contempla el mundo de forma imparcial. Desde su cónclave de poder, los elfos pronuncian vocablos sagrados de efectos instantáneos que transforman la luz y las ondas. Todo acontece con perfección y en su justa medida en este Reino paralelo que convive con el nuestro.

Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustración inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Acuarela 
 

sábado, 7 de septiembre de 2013

Canalización de los guías

Eva:

Tus duendes revoloteamos a tu alrededor para jugar con tu aura y traerte frescura y canciones de antaño, de esas que te hicieron vibrar el corazón. Acariciamos tu luz celeste y la filtramos en la nuestra para formar Uno. Si algo diferente a ella se acerca, acabará dándose
la vuelta pues en ti ahora sólo hay paz  pues ese es el siguiente paso de la luz refulgente: la paz de espíritu. Aquí reside la mayor de las riquezas después de la iluminación, cuando ya se han retirado todos los velos.

Céntrate en ti, escucha tu interior, armonízate y contémplate fluyendo en la luz, siempre que puedas y siente su calidez en tu interior, circulando en todo tu cuerpo. Notar, percibir la luz significar estar, ser consciente. El campo interior de luz es tan poderoso que si lo proyectas con el poder de tu mente hacia afuera, es capaz de purificar tu entorno, la oscuridad quizás podrá seguir estando, pues donde hay luz, hay oscuridad y a la inversa pero la oscuridad sólo podrá contemplarte, mirarte con ojos temblorosos sin poder afectarte para nada. Como mera espectadora, la oscuridad es neutralizada por la luz y la luz se hace visible por la fe y la toma de consciencia del interior de uno mismo. 


Normalmente, el exterior nos absorbe pero el reto consiste en quedarse adentro, aunque estemos fuera. Eso implica hallar un equilibrio en el que aprendemos a escucharnos y a escuchar, escuchar a los demás pero sin olvidarse de uno mismo. Porque el olvido de uno impide el recuerdo de aquello que la persona ha venido a recordar.

Tú, en cambio, estás aposentada en una posición interior de reconocimiento de luz y del instante y eso te empuja a creer en ti, en tu intuición y a dejar de darte la espalda, pues eso ya lo hiciste durante años y ahora adoptas la posición inversa: quedarte en ti, quedarte contigo y permanecer a solas en la paz del ser.

Todo lo que fue ya no lo recordamos como fue sino por lo que el recuerdo constituye en sí mismo por lo que ahora podemos decidir cómo seguir pensando sobre él y qué nos aporta en nuestro ahora. Comprender es lo que hacen los grandes maestros y para comprender antes hay que vivir y experimentar amor y desamor pues desde cada una de esas posiciones, aprenderemos a valorar la opuesta. 

En dualidad no hay luz sin oscuridad ni oscuridad sin luz. Preferimos la luz, pero la oscuridad está en su derecho de permanecer presente. De nosotros depende, darle cabida en el ahora o no. Apartar el grano de la paja es lo que hacen los maestros que saben discernir. El discernimiento nos lleva a la claridad mental, a tener claro e identificar qué es lo que queremos ser en este momento. 

Y nosotros, Eva, tus duendes azules queremos seguir a tu lado, embebiéndonos de tu bondad y pureza, de tu franqueza e integridad. Eres humilde y eres líder. Eres hermosa y resplandeciente como las estrellas desde las que te observamos...

Un abrazo azul de tus duendes para ti
 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Canalización de los guías

Soy tu guía hindú.

En meditación existen técnicas de adentramiento e instrospección de habla o contemplación del ser. Éste se halla vinculado a la expresión más genuina de nosotros, la primigenia, aquella que redescubrimos y recordamos en cada encarnación. 

Tu esencia surge de la naturaleza despreocupada, libre y ligera propia de la luz de las hadas.
Despreocupación está reñida con la deshonestidad o la falta de compromiso con la integridad.
 
Hoy quiero hablarte ded verdadero sentido de la palabra ayudar. 

La verdadera ayuda es aquella que se da sin perjudicar ni perjudicarse y se olvida pues el corazón no entiende de condiciones ni intereses. Una ayuda no es sólo hacer de vínculo, enlace o contacto sino implicarse en él, sin está en manos de uno,  con las gestiones necesarias sin interferir para construir el puente que dará lugar al siguiente paso, nos corresponda éste a nosotros o no. 

Hacer de mero contacto no es ayudar sino facilitar, contribuir, impulsar. En cambio, contactar y hacer lo que en nuestra mano está para allanar el camino a alguien y que ese contacto fructifique en un resultado concreto, en una sonrisa o sonrisas ajenas ya empieza a acercarse a una clase de ayuda verdadera. De esta forma, un contactador puede quedarse simplemente en un simple elemento de enlace o eslabón o bien si lleva a cabo más pasos puede contribuir a resolver o a mostrar el camino a alguien, ofreciéndole las herramientas necesarias para su crecimiento o indicándole el siguiente paso a adoptar. 

Son muchos los que se creen que ayudan en un arranque inconsciente de soberbia o vanagloria que tú debes erradicar en tu hacer. Ayuda sin proclamarlo. Ayudar y señalar: ¡te he ayudado! no es de humildes sino de pretenciosos. Se trata, pus, de una ayuda viciada o interesada. Sin embargo, con la verdadera ayuda, tú no obtienes mucho para tu ego.

Cuando obtienes algo no se trata de ayuda sino de trueque, intercambio o de obtención de los medios de vida necesarios para llevar a cabo una actividad. A no ser que además del trueque o intercambio, hagas o des más de lo que te corresponda sin que lo lamentes. 

Cuando tu ayudas y afirmas que lo harás a cambio de ningún dinero entonces debes valorar si buscas alguna intención emocional, algún beneficio emocional egoico porque si éste existiera, entonces ya no se trata de ayuda verdadera. Sin embargo, la ayuda incondicional y sincera comporta una gratificación personal que hace crecer el ser. Es una sensación íntima que nos hace crecernos en nuestro espacio personal y que nos ancla en la libertad. Lo hemos hecho porque hemos querido, sin sentirnos obligados o condicionados a hacerlo. Esa es la verdadera respuesta al llamado del corazón, aquella que nos hace actuar desde nuestra espiritualidad. La Madre Teresa actuaba así y llega un momento en que más que actuar, eres siempre desde el corazón y simplemente tu alma va obedeciendo y cumpliendo paso a paso a más y más llamadas de ayuda verdadera. 

Pocos son los que ostentan el rango correspondiente a este rol y muchos los que no están en sintonía con él pues no toda ayuda es sincera o incondicional. Es fácil ceder a la tentación de satisfacer las pretensiones de nuestro ego, aunque no seamos conscientes de ello.
 
Te ha venido una pequeña lección porque has ayudado con cierto toque de salvadora y de ansias de protagonismo. Cuando recibas una ayuda no la utilices para ayudar tú después también, no sientas que le debes nada a nadie, que la has de retornar por obligación o cortesía sino simplemente sigue tu camino y si decides ayudar, hazlo cuando se presente la ocasión, sin forzar ni tratar de abastecer a demasiados. Aprende mesura, cautela, habla sólo lo necesario.

Puedes recibir el regalo de una ayuda y no sentirte obligada a devolverla. Saca la obligación de tu vida y haz las cosas porque pueden ayudarte a crecer pero no para limitarte o condicionarte. Cuando actuamos por obligación, nos limitamos.

Comparte de forma natural, no fuerces el compartir sino que fluye al ritmo pausado del compartir y saboréalo, detente a sentir cada paso, tal como haría un niño. Aprende y experimenta el soltar experiencias. Si cuando dibujas, te sientes suelta y ligera, fluyendo y creando con el instante, sigue así. 

Desde un estado laxo y desprendido, la maravilla va a llegar a ti. Sé natural  y no te dejes engatusar por un maquillaje que trata de hacer más atractivo el engaño o una falsa ilusión. Aprende a reconocer la verdad y a ser y a actuar como su legítima mensajera.

Si te viene una ayuda, tómala como un regalo. Disfrútala y suéltala... y si vuelve a ti, entonces quizás te corresponda difundirla... pues la luz llama a la luz...   

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Canalización de los guías

El día amanece en la isla con una nueva luz. 

La brisa acaricia el despertar de los oriundos del lugar y se acerca para susurrarles cánticos de ángeles y de sirenas. Inicias el día con tu entusiasmo de siempre, maravillada por la energía que respiras en tu hogar dulce y acogedor. 


Sabes que un duende vive contigo, oculto, y aunque le invitas a hacerse visible, a él le resultan indiferentes tus llamadas.  A ti no te importa pues has integrado el sentido de juego, humor y de desapego en la vida, indispensable para formar parte del vínculo de tu familia de amor incondicional.
 
El arroyo sigue manando con la fuerza del afluente que lo engendró iluminado por los rayos de sol que atraviesan sus aguas terapéuticas dulces y saladas. El amanecer baña su superficie de color violeta y percibes como si una columna de ese color te limpiara el aura y te hiciera soñar despierta.

El amor baña este valle protegido por los seres elementales y en el que los dioses se dejan caer, creando a su alrededor un vacío que lo llena todo. Inhalas profundamente y te das cuenta de que la santidad preside ese altar sagrado al que consideras como tu isla. 

Empiezas tu meditación en el bosque a solas con el alma de tan hermoso paraje donde la frescura, la neblina vaporosa y las gotas de rocío cobran protagonismo cada mañana. Aquí experimentas la magia y te reencuentras con la energía de tus antepasados. Puedes escuchar su voz y tomar nota. Puedes dibujar también las formas de sus cuerpos de luz, tan bellas que te cautivan. Pero sabes que no debes tratar de atraparlas para no desgarrar el momento sino tan sólo trazarlas en tu cuaderno para acompañar a tus palabras escritas. Desde este vacío embriagador, fluyes con la misma naturalidad con que una hada lo hace con la magia de su varita. Algunos animales han tomado su su papel de espectadores, testigos de tu experimentar y se han quedado mudos. 

El silencio es la norma implícita de este instante que todo lo cubre. Un velo de complicidad ondea en cada uno de vosotros como un estandarte que os alza como vividores de vuestra propia aventura compartida. Permaneces vibrando con el instante y dejándote llevar mansamente como lo hacen las olas y la corriente. Te resulta todo tan fácil que es como si estuvieses viviendo tu propio cuento de hadas en un paraíso que jamás hubieras soñado que te estuviera destinado. 

Todo aquí contribuye a tu propósito y puedes desplegarlo del mismo modo que las manadas de lobos o de leones se dispersan, ocupando sus posiciones para prepararse para el ataque. Sólo que tú no atacas. Simplemente, permaneces atenta para acompañar al instante y ser su voz o su fiel ejecutora en tu cuerpo sintiente que ya es uno con el ser y el alma. La madre naturaleza te cuida con amor y tú le correspondes.

Le gritas tu felicidad al sol naciente y los duendes asustadizos huyen despavoridos pero sabes que regresarán. Tu vibración los atrae como la miel a las moscas pues tú has recordado el palpitar de este bendito país y ya eres una más entre sus habitantes.


Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Pastel 

martes, 3 de septiembre de 2013

Canalización de los guías

Desde tiempos inmemoriables las tribus nómadas del norte hablaron con el alma de la Tierra y debatieron con ella temas de subsistencia y evolución. El alma humana se fue corrompiendo con los años y ese contacto tan íntimo con la madre naturaleza fui sustituido por la devastación de los hábitats por parte de razas humanas afanados por imponer sus criterios de dominación. 

El alma de la Tierra se fue silenciando pero continúa abierta a aquellos que desde el silencio del corazón desean seguir con ella el diálogo que nativos mantuvieron con ella de forma natural desde el inicio de los tiempos. 

El planeta nos habla a través de los bosques, de las aguas y del deshielo. Llora desde hace tiempo por el olvido al que se ha sometido el respeto por el desarrollo de la vida animal y vegetal pero sonríe gracias a aquellos que han dedicado y dedican sus vidas a la preservación de los hábitats naturales.

 Imagen registrada*

Los aborígenes hemos abogado por una convivencia en armonía con la Madre Tierra pero nos vimos expuestos y sometidos por la voracidad de hombres depredadores con los suyos y con su entorno y a ese hombre se le denominaba hombre civilizado. Los crisantemos señalaron lágrimas y desesperación y así sucedió para nuestro pueblo. Arrancado y desposeídos de las raíces que compartía con la Tierra, fue degradado y trasladado contra su voluntad. Clamamos justicia pero ya no sentimos dolor. Sin embargo, seguimos auscultando el corazón llorón de la Tierra y nos habla de devastación y muerte. Nosotros le enviamos cantos sanadores, gritos de energía, bailes entorno a la hoguera purificadora.

Un grito parte el cielo en mil estrellas de fuego que iluminan un paraje árido y devorado por el cemento y edificaciones antinaturales.

El sabor dulce de nuestro campamento de hermandad dio lugar a una amargura que hemos aprendido a sanar para no permanecer perdidos en el dolor del mundo, ese dolor que trata de ocultarse tras el velo de fondo del ego que jamás va a reconocer la magneficencia del ser, del
ser despierto: el mayor de los tesoros espirituales.

Bajo el cielo de estrellas, veneramos a nuestros antepasados y escuchamos al Consejo de Ancianos. Ellos nos hablan de leyendas e historias mágicas que dejaron su estela de luz y sabiduría en aquellos que las presenciaron. Ellos conocen el lenguaje de las estrellas y descifran sus enigmas. Los conversadores o hablantes con el cielo elevan su vista al firmamento y le abren el corazón. Entonces el cielo se deja caer sobre ellos y les abraza para ofrecerles su más puro amor. Esta comunión les arroja a un éxtasis para el que no existen palabras. Hay corrientes de energía sobre la Tierra que si se dispone de la sensibilidad para experimetarlas, se conoce el grado sublime al que el ser humano puede acceder. Estamos aquí para sentir, para descubrir quiénes somos y destapar las virtudes del ser. 

Las flores emanan su aroma cada mañana, ¿por qué tú no desprendes el tuyo, el aroma de tu alma, ese que sólo tú posees?

lunes, 2 de septiembre de 2013

Canalización de seres de otros reinos

Soy tu maestro hindú y te revelo que tu mente debe de seguir enfocada en el conocimiento del ser interior, por tanto, todo lo que la vida te hace llegar es para ti no para los demás. 

Cuando te has saciado de aquello que  te llega y te sobra algo, entonces, si el corazón te lo pide, compártelo con los demás y les va a saber a aroma de rosas, a gloria bendita y milagrosa. No temas seguir dedicándote a ti pues eso te va a permitir fluir y conducirte con mayor apertura y movilidad hasta que consigas fluir de forma natural de la misma manera con que los peces nadan en el mar. 
 Imagen registrada*



El budismo puede ser integrado de varias maneras y no es necesario ser monje para recibir y experimentar las enseñanzas del Buda. 
 
Juega con el ahora como lo haría un niño y ya estás vibrando con el budismo pues glorificarás el ahora con sorprendentes experiencias a quienes serás capaz de mirar sin juzgar, tal como hacen los niños los cuales agradecen lo pequeño pues en la pequeñez ven a una maravilla grande como el sol que les proporciona calidez, bienestar y risas.

Tu niña interior te irá mostrando cada paso del camino por lo que no olvides comunicarte con ella. Hazle entender de las responsabilidades de la vida adulta las cuales, sin embargo, no deben hacerte dar la espalda a la niña u olvidarla, atosigada con quehaceres que se te llevan y te apartan de la vibración con el instante.

  Imagen registrada*
 
Como una isla tranquila del Pacífico Norte, te quedas estable e inmóvil en meditación, absorbiendo la energía calma y fresca de este entorno exótico y paradisíaco que ahora se muestra ante tus ojos y que tan sólo debes sentir y respirar para atraer su vibración hacia ti.

Ese mar cristalino y puro como el alma de los ángeles te llama, desea ofrecerte la naturaleza virgen de su bosque y que disfrutes del sabor de sus frutas dulces y de la presencia e interacción con simpáticos animalitos ansiosos por recordarte la sensibilidad que todo lo comprende, incluso, el lenguaje secreto de la fauna, la flora y las hadas.

   Imagen registrada*

Cada vez en el planeta irradian más almas limpias y puras que han venido a dejar su estela de luz para que pueda ser reconocida por aquellos que deseen brillar como las estrellas y traer aquí conocimiento de otros lugares. De nosotros depende el integrarlo, aceptarlo y comprenderlo. También puede ser desechado pero esto no evitará la evolución de estas almas hasta que aprendan a escuchar y a respetar. Pero para ello primero deben escuchar y respetarse a sí mismos. Así que este es mi mensaje para estas almas y para ti que, aunque plenamente concectada a la esencia hadada a la cual perteneces, debes de seguir atenta, alerta a tu interior, a ese Universo saltarín, danzarín y juguetón con alma de niña-hada que poco a poco te irá mostrando de todo lo que eres capaz. 

Ya estás desarrollando buena parte de ello pero se te irán rebelando nuevos aspectos que complementen a los iniciales y te identifiquen como la portadora del conocimiento de las hadas y de las estrellas. Como embajadora de este lugar, vas a ir recordándolo todo para traer al reino humano toda la magia y la luz destinada a a transformar a los corazones que la
abracen con cariño y dulzura y a resquebrajar un estado tan dormido que nos ha hecho olvidar lo que realmente somos en origen.

Te señalaré nuevas pistas para que indagues y sigas recordando. Entra en meditación en tu interior y reclama lo que te pertenece.

Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustración: Pastel