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jueves, 27 de febrero de 2014

Canalización de los guías

La tristeza asoma por la ventana de tu mundo y te hunde. El temor y la inquietud avivan su fuerza y apagan tu alegría. No des las cosas por sentado ni elocubres sobre las posibilidades de tu mundo pues no das cabida a lo imprevisto, lo inesperado, la sorpresa. 

Las bendiciones colman tu mundo de una abundancia insospechada y están avanzando lentamente hacia ti pero aún no eres capaz de vislumbrarlas. Un atisbo de convicción en ello aceleraría el proceso pero eres incapaz de verlo. No dejes de creer un segundo en ti misma ni en lo que has venido a hacer aquí. No vayas a contracorriente. Eso ya pasó, ahora simplemente sigues paso a paso como una hormiguita laboriosa que sabe lo que tienen que hacer en cada paso del camino siguiendo su instinto y su propia guía, la guía de la que la naturaleza la dotó para evolucionar. 

Todos seguimos nuestro camino y cada paso nos lleva al siguiente. Detenerse aviva la claridad y sirve para tener más claro el siguiente paso. No te arrepientas de lo vivido pues todo se complementa y se integra en tu misión de vida.

No temas equivocarte pues todo nos instruye y nos sirve para modelar el camino. Como un artesano pules tu material de vida y das forma a lo que nace de la no forma para manifestarla en tu mundo. Dota de vida a imágenes y palabras y hazlas volar a través del mundo. El Universo te envía ayuda propagadora. Aprovéchala adaptándola a tu vida práctica pero sin permitir que ahogue o anule el valioso don de la creatividad que te fue asignada al encarnar. Además, tu niña interior se libera, cobra alas en cada expresión de tu arte ilustrativo y literario. 

Aligeras tu karma gracias al resultado de tu imaginación en el que hay más verdad de la que crees. Deja de presuponer y de envenerar tu corazón. No alimentes tanto tus temores y opta por alimentar tu alegría y espontaneidad para que tu niña no deje de sonreír y pueda seguir alzando su vuelo de hada. Ella sabe donde llevarte para que al igual de ella ya nunca más dejes de sonreír. Serena tu mente y afronta las circunstancias. No son tan amargas como crees. 

Celebra el ahora y ahonda en ti misma. Recupera esa paz que has venido a encontrar en la Tierra para recubrir con ella los pliegues de tu alma. Como el ser apacible que eres, te es otorgada una vida plácida donde la vida transcurre despacio y te conecta con tu tao interior al cual no trates de definir para no salirte de él, sólo siéntelo, escríbelo, dibujálo, experiméntalo, alójalo en tu corazón y prolóngalo sin pretenderlo al corazón de los demás pues lo auténtico fluye por sí solo y como el agua, siempre encuentra, de forma natural, su propio camino.

Autora: María Jesús Verdú Sacases
Texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual
  

Canalización de los guías

Querida Eva.

El sol luce hoy radiante y tus duendes seguimos contigo. Parece que hoy sonríes aunque sólo sea levemente pues sabes que algo infinito y grandioso guía tus pasos. Es la fuerza de la vida, la luz del alma, la libertad de tus alas lo que te hace seguir adelante y comprender más ampliamente.

Quédate juntita, a nuestro ladito, quietecita. Acomódate en la confortabilidad de tu cama y sueña con nosotros y con tu río azul celeste. Ese en el que jugabas cuando eras niña y en el que ahora nadamos y bailamos serenatas. La noche te envolverá en su manto estrellado y te regalará el mejor de tus sueños.

Cuando estés postrada, tumbada en tu cama, cuenta una por una las experiencias de tu vida que te dejaron una sonrisa y con ello conseguirás que nosotros riamos más y nos sintamos más felices al verte rememorar lo bueno. Se cayó el dolor pero aún quedan los restos. Siéntete bien, respira hondo y tu salud mejorará pues si estás nerviosa, empeoras los síntomas.

Imagina que una corriente luminosa de paz te toma de rehén en un castillo encantado en el que ocupas el trono que te corresponde. Toma tu cetro y sigue sintiéndote bien, como la reina que eres tomando el
control de tu fortaleza a la que amas tanto como a tu propio cuerpo.

Sigue conservando este sueño cada noche, antes de quedarte dormidita y entrégalo al Universo. Él te regresará algo a cambio pero no te preoucupes por cuándo o cómo. Buenas nuevas te esperan. Te enviamos
nuestro amor.

De tus duendes juguetones y celestes

sábado, 15 de febrero de 2014

Canalización de los guías

Caen los velos del dolor y del engaño para profesarle veneración a la humildad y la vacuidad. Ésos resultan los fundamentos de tu existencia y el verdadero nexo de unión entre el cielo y La Tierra.

Quédate a solas, en la intimidad de tu alma, allí hallarás la fuerza para discernir y seguir los pasos de tu intuición gracias a que tu instinto natural se despierta. Tu llave puede abrir y cerrar, permite que abra lo nuevo y cierre lo que antaño te sirvió pero ahora ya no. Cada segundo cuenta en la vida práctica pero no en la espiritual donde se pierde la noción del paso del tiempo pues sólo cuenta el ahora. 

Si sigues los pasos de esa verdad que yace en tu corazón, hallarás los pasos correctos que te permitirán adentrarte más y más en tu verdadera naturaleza de ser. Tu cuerpo se restablecerá y tu mirada brillará más que nunca: verás tus ojos más claros y por tanto el camino se manifestará brillante y claro como un riachuelo iluminado por los rayos del sol. En  ese arroyo discurrirán las aguas como lo hace el paso del tiempo aprovechado al servicio del alma de tal modo que el fluir será el cauce natural por donde discurrirá el camino de tu vida. 

Imagen registrada*
 

El cauce del río acoge la vida animal y vegetal de igual modo que tú atraerás vida y vibración natural, elevada, limpia como la nieve de los valles. 

Bebe de ese nuevo conocimiento que brota de tu alma como una fuente natural a tu servicio y sé él sin tratar de imponérselo a nadie ni dejar que nadie te imponga el suyo pues cada cual viene a descubrir su propia verdad, su propia cara del diamante hasta completar el diamante entero: la iluminación, la atención consciente, el respirar abrazando el instante que da vida a tu corazón satisfecho. Es posible y contémplalo como realizado en este momento. El Universo te abre para ti sus alas como las mariposas que durante la brevedad de su existencia rinden culto a la alegría del espíritu del valle. Tu nueva diosa: la alegría viene de la mano de tu niña interior y ambas se funden en la más amplia de las sonrisas.

De tu guía asiático

Autora: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustración inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustraciones: Pastel     

domingo, 9 de febrero de 2014

Canalización de los guías

Te bañas en las aguas terapéuticas de este valle sanador donde tus sueños han cobrado vida desde tu llegada. Una sensación de expansión y plenitud se apodera de ti y te abre las alas. 

Este momento se convierte en un pequeño milagro en el que tu cuerpo se alinea con tu alma y su propósito. Sientes tal nivel de bienestar que es como si un coro de ángeles interpretara para ti cánticos divinos. Estás en plena naturaleza, en un santuario de paz y luz que se ha convertido en tu hogar. Ves a los ciervos a lo lejos pero los sientes cerca de ti pues tal vez sean tus animales totémicos.


El agua caliente y pura sana tus articulaciones y músculos. Es una medicina de la naturaleza que te hace ligera, como el vuelo de las hadas. Quizás las hadas también se estén bañando contigo para disfrutar de estas aguas cristalinas que tienen el poder de filtrarse en la luz del alma.

Percibes una corriente líquida y luminosa que circula dentro de tu cuerpo para reparar viejas heridas y renacerte como la diosa que eres. La divinidad se halla en cada uno de nosotros y es nuestra responsabilidad que florezca con la misma naturalidad con que lo hacen las flores de estas montañas. El aroma de estas flores te penetra del mismo modo con que la brisa acaricia tu corazón cada mañana. Aquí notas la presencia de tus guías de luz y canalizas sus mensajes para la humanidad. 


Creas tu realidad desde la tranquilidad de tu reino verde y natural en la que los rebaños pacen tranquilamente y los animales salvajes son respetados y venerados como pequeños dioses que nos honran con su presencia. Los elfos bendicen estas praderas vírgenes cuya pureza atrae a más seres de luz. La elevación del lugar le confiere un toque mágico que activas con tu varita para traer ante ti instantes sencillos que tú concibes como sublimes. 

Te sientes protegida y libre de ser tú misma integrada en el entorno pues la máxima de los los habitantes del lugar es vivir y dejar vivir: eso permite que cada cual despliegue sus alas para implicarse en el propio propósito y contribuir al de los demás. Un espíritu libre se apodera de ti y gritas tu felicidad a los cuatro vientos. Has aprendido a amar a la Tierra y a la humanidad.



Autora: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustraciones: Acuarela o pastel     

Canalización de los guías

Querida Eva:
La vida resulta a veces un camino tortuoso pero al final acaban por colocarse las piezas del rompecabezas que constituye nuestra misión de vida.
Tratar de estar de paz a pesar de todo nos coloca en una posición privilegida que rompe esquemas y deja sorprendidos a más de uno pero la vida, cuando se vive anclado en el presente, se convierte en un séquito de pequeños milagros y sorpresas que nos instruyen en nuestro aprendizaje para convertirnos en seres más íntegros y absolutos.

Recuperas tu confianza a pesar del dolor y lo utilizas, cuando éste de manifiesta, para convencerte de que acabará pasando y de que no podrá contigo. Crees firmemente en la niña interior que proteges con uñas y dientes cuyo corazón es uno con el tuyo y eso la hace fuerte y resplandeciente como los ángeles. Te quedas con lo mejor de cada experiencia y con aquellos recuerdos bellos que se han vuelto imborrables. 

Dulcificas cada instante tanto como puedes para convertirlos en azucarillos o pastelitos que vienen a hacer tu vida más deliciosa. Quédate con nosotros, tus guías, que te soñamos. Te besamos el alma más allá de tus expectativas y te esperamos convencidos del éxito de tu propósito liberador de vida. Te vemos con las alas desplegadas, abiertas al mundo, serenando a este mundo que tanto ha enloquecido. Tus niños guardianes te rodean y te escuchan. Te consideran su maestra, su instructora y te prestan toda su atención.
 
Son niños que merecen crecer libres y felices y tú contribuyes, según tus posibilidades, a este noble propósito que te engrandece y te hace escalar en la jerarquía espiritual. Te sientes rodeada de amor, de luces doradas que te recuerdan tus orígenes nobles y elevados. Cantas con los niños bucólicas canciones que abrazan a la humanidad y se quedan para siempre en el corazón de la Tierra, alimentándolo de amor.

Llegaste cansada a este punto pero pronto has recuperado fuerzas para llevarlo a cabo con la ternura de una madre. Escucha tu entorno, las silenciosas señales, los ruidos inescuchables, la soledad llevada con dignidad y autoconocimiento. 

Abre las puertas del alma y el canto de los pájaros penetrará con tanta perfección que te sentirás volar libre como ellos. Siéntete, experiméntate, sé y halla el gozo en la libertad de tu soledad, ésa que te mostrará lo que has venido a ser.

Para Eva, con amor de tus duendes azules

domingo, 2 de febrero de 2014

Canalización de los guías

Querida Eva:

La senda de la iluminación no es fácil pues está hecha para las almas fuertes que enfrentan su destino con la paz del alma y aprenden a creer firmemente en ellas a pesar de todo y de los demás. Son almas que actúan desde el amor pero con rigor si resulta necesario pues ser demasiado condescendiente conduce a malcriar el ego en lugar de hacerlo converger con el alma. Y lo mismo hacia los demás, aunque nos pese. 

Una de las principales enseñanzas álmicas resulta la bendición de estar solo sin sentirse solo pues siempre nos tenemos a nosotros mismos. También de estar acompañado sin sentirse agobiado o limitado, pues si ése fuera el sentimimento, cabría marcar límites para preservar nuestro espacio y no perder nuestro contacto con el fuero interno. 

El diágolo interior es fundamental para conocerse a uno mismo y por añadidura comprender los motivos de actuación de aquellos de nuestro entorno, comprenderlos, aunque no siempre los compartamos ni transijamos a sus caprichos egoicos que nublan la visión de su alma, mas no la nuestra. Sin embargo, no por ser poseedores de esa claridad debemos considerarnos por encima ni por debajo de ellos, sino simplemente a otro nivel de conocimiento que nos aporta esa nueva visión que hay que acabar aceptando hasta que no nos sintamos dolidos por ese nuevo conocimiento sobre los demás (al igual que hemos ido aceptando nuestro nuevo conocimiento sobre nosotros mismos). Ellos son libres de evolucionar o de involucionar. Sin embargo, nuestro compromiso álmico es el de evolucionar, ayudándonos a nosotros mismos y, si corresponde, a los demás, en caso de que se preste la situación y deseen ser ayudados pues ellos son libres de seguir dormidos o de despertar. Debemos respetarlo y en lugar de sentirnos solos o vacíos, aprender a agradecer el ser capaces de verlo todo desde otra perspectiva que, si bien puediera resultarnos desgarradora al principio, acabará por hacernos más sabios, fuertes y comprensivos pues cada alma escoge su propio ritmo de aprendizaje y lo que no haga en una vida o varias, lo hará en las siguientes. 

Nosotros somos libres de permanecer o apartarnos de aquellas almas que no están sumamente comprometidas todavía con el aprendizaje del alma y si estar con ellas, implica nuestra involución o daña el propósito o propósitos del alma, entonces desde el amor y entendimiento hacia el camino evolutivo de esas almas, somos libres de seguir nuestro camino con amor en el corazón y palabras de despedida y agradecimiento por todo lo aprendido y compartido pues la vida es un conjunto de pasos, inicios, finales, despedidas y reencuentros. A veces, esos reencuentros se producen cuando esas almas están más preparadas, sobre todo, si se han separado por falta de preparación por alguna de las partes. 

Pero no debemos sentirnos solos pues solos nacemos y solos morimos y durante el camino nos separamos y nos reencontramos, nos saludamos y nos despedimos. Así resulta la dualidad y la transitoriedad que nos hace más humanos y más comprensivos con la libertad de cada cual, con nuestra propia libertad en la cual debemos aprender a cortar lazos insanos sobre todo cuando el amor deja de ser incondicional y resulta contaminado con resentimiento, otros condicionamientos o limitado por el egoísmo de una o varias almas en las cuales cobra mayor fuerza el ego. Pero poco a poco irá cayendo todo. Sin embargo, hasta que no llegue este punto de equilibrio, debemos transitar nuestro camino con paciencia, sin darle la espalda a nuestra verdad, intuición y seguir de acuerdo a ella, en un no hacer y en un hacer comprometidos con la luz del alma, ésa que nos habla con su propia voz y late según el ritmo del corazón.

Resulta dura la existencia pero a veces se viven buenos momentos y se provocan sonrisas y por esas sonrisas, todo merece la pena pues nos iremos, habiendo dejado amor y aunque nuestras enseñanzas hacia otros no siempre sean bien recibidas, no por eso no habremos dejado de escribir el libro de nuestro destino y cumplido con él. Acabaremos cobrando deudas pendientes y también reparando el dolor previamente provocado. Así que una opción sería asegurarnos de no dejar dolor a los demás sin que ello signifique someterse a ellos y también asegurarnos de no sentir dolor por los agravios y juicios recibidos, habiéndolos soltado y dejándolos marchar allá donde les corresponda. Así, nuestro corazón queda libre y nuestras alas ligeras para volar y llevarnos a donde nos pertenezca, allá donde la sonrisa del corazón se borda con hilos infinitos de luz dorada y amor por doquier.   

Eva, seguimos contigo y te enviamos lazos azules, palabras azules, flores azules y bellos recuerdos de infancia donde corrías libre y sin pretensiones, simplemente, alegre en el ahora y libre de parlotear y cantar con los ángeles. Te queremos, Eva, admiramos tu trayectoria y aunque nadie te lo diga, llevas con dignidad tu destino y brillas con tu bandera, la cual ondea grande y ligera en un cielo colmado de estrellas así como las bendiciones que estás predestinada a recibir aún sin esperarlas. 

Gracias por haber dejado atrás todos los juicios, por no tener tanto en cuenta los recibidos y por aprender a ser cada día más libre en un sueño que resulta real para muchos pero que para ti cada día va cayendo hasta llegar al abismo, al borde del precipio que estás destinada a ver con claridad para no acabar cayendo al vacío y poder así sostenerte en la verdad de tu alma, que conoce su destino, confía en su verdad y fluye con paz con cada ahora.

Gracias por ser como eres, querida Eva.      

Autora: María Jesús Verdú Sacases