Cae la lluvia plácidamente sobre el lago cercano a tu casa y sientes como ésta también se desplaza por tu rostro. Lo sientes como una enorme bendición que te acompaña ahora y refresca tus emociones. El caer lento de la lluvia, te entrega al momento con la candidez de una niña.
Los pájaros se han refugiado y ahora no se escucha su trino, ese cantar embelesador que te despierta por las mañanas. Agradeces el hecho de tan solo poder abrir los ojos al despertar y permanecer en tu cálida y confortable cama.
Tu alcoba te ofrece todo lo confortable que el instante puede llegar a ser, desde tu ventana por la noche ves las estrellas y te imaginas volando con ellas con tu compañera, la luna y los sueños que os unen en la noche. También ves el sol por la mañana y su reflejo irradia en tu rostro sereno y le confiere una mayor alegría. Ver brillar es ver bendición y conectar con el milagro que hace la luz al crear vida con la calidez de sus rayos. El entorno natural es un espejo de tu alma limpia y restablecida a su estado natural de expresión exterior.
El contacto con las gotas de lluvia te recuerda la frescura de niña y esa espontaneidad que brotaba de tus labios y te abrazaba con la inocencia de tus juegos. Sabes que la vida florece a tu lado y tú vas a florecer en ese esplendor primaveral que colma tus días.
La sabiduría del crecimiento se expande a tu alrededor y tú vas a permitirlo y a ser partícipe de tal muestra de perfección.
Agradeces a todo lo terrenal todo lo que el planeta te ha dado y que te regala en cada paso y te vas en dirección a las elevadas montañas que presenciaron tu infancia y que ahora te están llamando por tu nombre para brindarte a sus mensajes ancestrales que te están aguardando impacientes. Como una niña con su vestidito blanco, te vas hacia ellas, cantando y susurrando al viento como las hadas, desarrollando el papel que te corresponde, sin esperar nada, con desapego pero recibiendo todo aquello que ahora se desenvuelve para ti en el regalo de tu misión de vida. Ahora es tu momento. Ve hacia ellas y disfruta del camino de libertad que te has labrado.
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