Tú ángel guardián quiere hacerte conocer lo que significa la explosión de vida a tu alrededor que estás experimentando para que te empapes de un sentimiento de sentir que te hace agradecer, reconocer, revenrenciar y saludar al instante con la mejor de tus sonrisas.
Tu vida es un torrente de creatividad y has descubierto que saber esperar conpaciencia, tiene su recompensa. Los ángeles bailan viéndote tan dichosa y las hadas entonan sus mejores cantos. Los duendes corretean satisfechos de verte así y los gnomos te miran con mirada sabia y te transmiten la mejor de sus bendiciones: la de la paz y el amor de espíritu.
-Cuando tengas miedo, imagina que éste se va corriendo tras los duendes - te aconsejan los gnomos.
Los elfos se encargan de que vayas adquiriendo todo lo que tus ancestros dejaron para ti pero como saben que ya no estás dominada por la impaciencia, se toman su tiempo para dejar concienzudamente huellas visibles en tu caminar.
-Vas a ir recogiendo lo que te pertenece suavemente, con dulzura, sin ansias de poder ni de pretender -te susurran los elfos.
La espiritualidad se ha posado en tu alma para iluminar tus recuerdos y quedarte en el estado mental del ahora, conseguido con la reconciliación y la aceptación de lo recordado. Al llegar aquí, suéltalo, déjalo ir y el ahora se quedará pegado a ti, con plena conciencia en él. Es el gran regalo que te tiene reservado el Universo. Desde entonces, repartir luz va a convertirse en tu centro vital y en un sustento que te elevará al conocimiento del poder de tus alas y tu cetro.
Coge cada minuto y abrázalo, bendícelo y permite que te traiga lo que mereces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario