Rozas con tus dedos el agua salada pero es una salinidad tan baja que casi parece dulce. Las olas te susurran sus secretos y lo agradeces con un gesto que te enseñaron tus ancestros. Ahora comprendes a los elementos naturales, confraternizas con ellos y su lenguaje te parece poético y sincero. Has aprendido a sincerarte contigo misma y a encontrar claridad. Eso te confiera una convicción y seguridad en ti que te eleva allá donde tus servicios son requeridos.
A veces no encontramos las respuestas que buscamos pero eso no significa que las que aparecen no puedan incluso llegar a ser mejores. Te sientes una con la vida y tan cercana a los seres alados que, invisibles a ojos ajenos, siempre están presentes en tu corazón. En tu interior te sientes plena, dichosa y tremendamente libre de ser.
Las piedras del castillo encierran respuestas que los elfos te ayudan a descifrar y encuentras su contenido tan rebelador que ya nunca vas a separarte de estos preceptos inspiradores. En ese contenido se muestran imprecisas las risas de tu niña interior que por fin ha salido claramente a la luz de tu existencia. Serena y radiante, refulges como las estrellas de donde provienes y una lágrima de emoción cae de tus mejillas, al contemplar la belleza y el fulgor de esos puntitos en el cielo, tan hermosos que bien pudieran ser ángeles o ninfas.
La brisa se posa en tu espalda y te hace sentir viva y presente. Todo te ha conducido a este ahora inédito e inesperado que tanto te anunciaron tus guías. Tu vestido blanco de gasa es la imprenta que anuncia tu esencia hadada divina la cual se reparte allá donde vaya. Por eso eres llamada a viajar y esparcir convenientemente tu energía de luz, purificante y sanadora. Allá donde vas, hay un rayo de esperanza que crea sonrisas y complicidad con aquella que siempre fue su hada madrina. Por eso, ahora estás aquí, para descubrirte y recibir tu misión ahora que te sientes preparada y limpia de tu karma negativo. La oscuridad ya se ha marchado y ahora sólo late la luz en ti, esa luz cálida que abraza a las personas y las conecta con el poder de su alma.
Seduces a la marea con el movimiento de tus manos y le das las gracias a la luna por ese camino plateado que ha trazado en la superficie de la costa. En ese camino contemplas a los que estás destinada a regresar, seres de luz alados a los que agradeces su presencia y apoyo en tu vida humana.
La arena se confunde con tu piel y te das un baño de vida para que se desprenda de tu piel.
Te sientes más renovada que nunca y santificada por recibir el halo luminoso de la luna, el cual te bendice y te impulsa a seguir más allá y explorar nuevas posibilidades. Ella te brinda la energía de la luna y la encuentras reflejada en uno de tus libros. Allí pones en práctica tus hechizos y contemplas atónita los resultados desde el anonimato pues ya hace tiempo que la vida te instruyó para no precisar la aprobación de los demás. Ahora te inspiras en el lenguaje del corazón y su latir te conduce al ser. Ese ser que llora de emoción ante el estallido de vida que estás presenciando. Agradeces poder llorar de felicidad porqe es la forma más intensa de sentir y compartes este sentimiento profundo con los seres de luz que están contigo, con tu maestro y con tu pareja, esas almas preparadas para guiarte en tu camino. Heroina anónima, te alzas con tu cetro y se los brindas a los elementos de la naturaleza, a sus verdaderos guardianes, quienes te lo retornarán cuando sea preciso. Ellos lo custodiarán mientras sigas tu camino y cuando regreses, puedes usar de nuevo tu cetro al regresar de nuevo al centro de tu magia.
Ahora puedes ver a los seres elementales y ves tanta belleza y verdad en ellos, qeu vuelves a llorar de felicidad pero a pesar de que estás llorando, les pides que no dejen de ser visibles a tus ojos ya que contemplarlos se convierte para ti en el milagro del instante que presencia tu grandeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario