La brisa sigue soplando, ayudándote en tu tarea de dispersión de la luz, que se dirige allá donde sea requerida. Visualizas como ésta se desplaza lentamente hacia la dirección del horizonte y como se posa en cada rayo de sol para expandirse, de este modo, con más fuerza y alcance.
Los astros obran a tu favor y te facilitan numerosas señales que te hacen permanecer en una alerta serena y despertar dulcemente. Ellos recargan tus chacras y te otorgan toda la energía necesaria para que tú puedas crear más energía.
El grado de pureza que has alcanzado y el haberte desprendido de juicios limitadores, te ha concedido la libertad de forjarte tu camino, como en un nuevo inicio, y sentirte más plena y ligera que nunca con tus nuevas alas de conocimiento. Sin cadenas emocionales, ahora eres la mujer libre que viniste a ser y con tu sola presencia los demás pueden reconocer en sí mismos tal grado de libertad y de amor por sí mismos. Asomas el amor a la ventana de tu mundo y éste endulza el ambiente, como el azúcar que se disuelve en un líquido humeante y lo transforma en agradable al paladar de cualquiera.
Desde tu estado de elevación, percibes el latido de la Tierra, tu madre, y también su llanto, el cual logras acallar creando energía cálida para abrazar el mundo y arroparlo de unidad. Pero tú no sueles controlar nada de eso, esto lo hacen tus guías, tú sólo llevas a cabo el proceso, te dejas ir y lo sueltas con dulzura.
A veces, ves a tus guías con tanta claridad que es como si un lago de paz te poseyera y te mostrara cara a cara tu alma de luz.
Aparecen aquellos que fueron tus maestros en otras vidas para complementaros mútuamente en ésta y revelaros secretos olvidados. Muchas veces convocas a tus guías de luz, compañeros de existencia en otras dimensiones, que ahora acceden complacidos para rememorar tus registros akásicos y conseguir tal grado de comprensión que puedas convertirte en el recipiente que todo lo contiene, por el que pasa todo, y que nada se queda para sí mismo pues su misión es permitir y elevar.
Todo fluye a tu alrededor, todo es por sí mismo y ya nada puede alterarte pues tu centro de equilibrio es tan poderoso que es como si te personificaras en una estrella o en el mismo sol central. Algunos de sus habitantes te envían reclamos y poderosas señales que te ayudan en tu camino de instrucción. Consigues despertar recuerdos de forma espontánea y aplicas este proceso natural a quien lo necesite, lo haces desde el corazón, sin condiciones, a no ser que algo te indique que hay señal de peligro en hacerlo, en ese caso, te retraes y vas al siguiente paso pues tú nunca interfieres en el karma ajeno. Liberas sólo si corresponde. Esta actitud te engrandece y amplía el radio de tu luz serena para que seres más poderosos y lejanos puedan reconocerte por lo que eres y solidarizarse contigo. Ellos te van indicando nuevas sendas y alternativas que tanto bien hacen en favor de la tarea de luz que ostentas con el rango de reina. Tu cetro te avala y también tus abanderados y ¿cómo no? también el grado que te confiere tu misión.
En este lugar recóndito, casi escondido a los ojos del mundo, has encontrado lo que con tanto amor y esmero dejaste hace milenios. Tomas tu herencia y la integras en tu corazón y en tus palabras, con honestidad e integridad. Ahora todo cobra sentido para ti.
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