Eva:
Desde niña soñaste con convertirte en esa mujer linda que resplandeciese con una luz especial y hermosa y para nosotros, tus guías, lo has conseguido. Constituyes el prototipo de mujer entregada y abnegada que ha ido cumpliendo fielmente su propósito liberador. Has dado luz incluso a quien no han sabido recibirla ni apreciarla, es algo que según el estado de su karma deberán saldar a no ser que antes tú se lo adeudaras, pero, en todo caso esta situación enseña que la necesidad de reconocimiento proviene del ego, de su vanidad, de su dependencia y que dar sin esperar ni recibir nada a cambio es tremendamente liberador y desinteresado y es una actitud inherente a la grandeza y nobleza del ser: libre, despreocupado y desnudo de pretensiones o segundas intenciones.
Permaneces en tu posición a pesar de la borrasca, de la tormenta y eso te ancla más poderosamente en tu paz, algo que antecede a la iluminación.
De corazón humilde, tu niña se debatió entre la ilusión y la percepción de la carencia pero a pesar de todo, Eva, tuviste el coraje de crecer y de seguir adelante.
Como una heroína sobre tu caballo has ido presenciando y sufriendo en tus carnes los diferentes escenarios de tu vida, algunos de los cuales has vivenciado o experimentado como verdaderos campos de batalla, la diferencia es que ahora los afrontas y recuerdas con paz y sensatez, permaneciendo atenta a la enseñanza que ha habido en ellos y teniéndola presente para una mayor comprensión de tus actos actuales. De este modo, tomas consciencia de lo que no eres y así recuerdas o traes al pensamiento lo que sí eres. Eso te permitirá un mayor conocimiento de tí misma, algo fundamental para conocer a los demás.
A pesar de todo lo que has pasado, tu rostro ha conservado una expresión de dulzura y tu corazón ha desarrollado una fe en los niños. Ellos son un rayo de esperanza que no tiene fácil el mero hecho de brillar al igual que tú tampoco lo tuviste tanto como te hubiera agradado pero eso no ha impedido que fueras reforzando tu luz. Además, a pesar de los obstáculos, logras salir a flote y conservas tu posición de estrella en el cielo del horizonte lejano al cual perteneces.
Algunas estrellas afines a ti se unirán contigo en el camino para que podáis conformar la galaxia estelar del Universo en la Tierra y sacarle brillo a su desgastada humanidad y cansada superficie terrestre. Y es que la piel de la Tierra si no es renovada y oxigenada energéticamente, también degenera tal como le sucede al cuerpo o a la piel de las personas y, por esta razón, sois necesarias personas como tú que son su elevado y desapegado propósito libre de intereses, contribuís a embellecer el planeta y a fortalecer en intensidad el brillo de la raza humana, aunque de algunos sólo se extraiga una pequeña chispa, ella contribuye a la evolución y a que se cumpla el plan de Dios.
Pero vas a ver esperanza y se te seguirán proveyendo los medios que precisas. Una mayor abundancia afluye a tu mundo marchito, que parece vagar como alma en pena pero que está destinado a sonreír o a perecer. Acabará imperando la sonrisa, iimprimiéndose en la paz de la Tierra. Así lo afirmamos todos antes de venir, cuando estábamos en otro plano.
Aprendices de lo que no somos, experimentamos lo que sí somos, creando un camino a veces con paradojas pero que nos acaba recompensando por nuestra labor: nos muestra el ser que somos.
Las ninfas del lago donde paseabas de chica estamos a tu lado y volamos alrededor de tu aura.
Cantamos, bailamos y te enviamos luz.
Te enviaremos un regalo que sólo tú conocerás y que nunca olvidarás.
Con amor,
Para Eva, de tus hadas-ninfas
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