Eva:
La entrega y sacrificio es algo que si resulta a nuestra costa, puede provocar que acabemos recapacitando sobre la situación. El santo se entrega, se olvida de sí mismo pero la vida lo arropa y no se descorazona en absoluto cuando lo imprevisto altera sus esquemas, pues sabe que tras eso hay enseñanza. Es entonces cuando está preparado para la entrega que su misión requiere.
Estar a merced de los demás, olvidarnos completamente de nosotros cuando todavía no hemos aprendido a conocernos a nosotros mismos y no hemos encontrado nuestra luz y desconocemos nuestro propósito de vida, no sólo tiene su precio sino que además nos acumula karma. No debemos resistirnos a nosotros mismos. Saber discernir cuando es el momento de entregarse a la vida o cuando todavía es preciso disponer de períodos de tiempo para dedicarnos a nosotros es la clave. La paciencia hará que encontremos la respuesta.
Entregarnos a los demás cuando es el momento clave para ello es una experiencia tan liberadora como el acto de la iluminación en sí mismo.
Entregarnos a los demás cuando es el momento clave para ello es una experiencia tan liberadora como el acto de la iluminación en sí mismo.
En la vida todo nos impulsa a crecer y llega un punto que o bien nos reconciliamos con nuestra luz o bien ésta se echa sobre nosotros. A todos nos llega este momento para motivarnos a cambiar y a obedecer al alma.
Las dificultados nos acongojan pero a veces son pequeños toques de la conciencia para darnos cuenta de algo que va a formar parte de nuestra escuela de vida. Por eso, debes estar dispuesta a escucharte y a tratar de contactar con tu corazón. No entrometerse en la vida ajena pero sin dañar tus propios ideales y valores es un estandarte de tu bandera. Encontrar el punto de equilibrio es propio de sabios y comporta una gran paz interior, una paz de no precisa ni depende de aprobación, reconocimiento o apoyo exteriores.
La Tierra es una escuela de aprendizaje dual, diverso, contrastado y prolongado pero no por eso debemos olvidarnos de nosotros ni de profesar respeto a quienes nos rodean no devolviéndoles la misma intolerancia (suya) como moneda de cambio. Otro punto radica en no empeñarnos en cambiar a los demás sino respetar que cada cual lo haga en su momento. En su lugar, cambiaremos nosotros pero nunca manifestando servilismo sino humildad. La humildad es la principal virtud de los sabios y también la simpatía y el amor libre de condiciones ni pretensiones qe manifiestan por la vida. Aquí en la Tierra muchas veces resulta tóxico, condicionado, nos aprisiona y no hace cerrarnos a la vida. El problema es que entonces quizás alguien que realmente pudiera aportarnos y enriquecernos, corremos serio riesgo de apartarlo o distanciarnos. Será nuestra intuición quien nos ayudará a discernir. Para ello cada día podemos dedicar unos instantes de escucha activa del corazón, en silencio, en recogimiento e intimidad y preguntarle si debemos decir sí o debemos decir no.
La protección de los débiles es un noble propósito que ha hecho que incluso almas que ya habían completado su aprendizaje en La Tierra, decidieran volver en misión voluntaria para proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad. Pero ello es una elección de un alma fuerte, tú debes saber si en tu caso es así. No es fácil pero requiere de un sincero análisis interior y de lo que estés dispuesta a dar y a recibir.
Te enviamos nuestro amor y protección.
Descansa, medita y, cuando puedas, habla con nosotros a través del silencio de las palabras.
Tus Guías Maestros
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