Hoy el bosque selvático amanece más hermoso y prístino que nunca. Los rayos del amanecer embellecen el cielo e impregnan de bendición a todo aquello que iluminan.
El sol se hermana con cada ser que recibe su calor y te recuerda que estás en un paraíso natural tan puro como tu alma. A ella debes de mirar a los ojos, cuando dudas, pues posees un alma noble que siempre está dispuesta a escucharte y a resolver tus dudas. Mereces estar aquí y todo se coordina mágicamente para que ocupes tu lugar en el mundo.
Oyes un sonido leve: es el chapotear de las ranas y de las especies de anfibios de la laguna. Algunos de ellos esperan los rayos solares para recibir su calor con una actitud relajada, casi durmiente. La vida puede percibirse, despierta el alma, el ser, pero con una tranquilidad mansa que sabe esperar con paciencia, prudencia, silencio y cautela a que todo aquello que le corresponda, llegue en su preciso momento, sin importar cuánto tarde y absorber las bendiciones de cada instante mientras tanto. Con esta actitud, te rindes al ahora sin esperar nada concreto ni premeditado por tu parte, simplemente abriéndote a él como la mariposa que abre sus alas para bailar en el aire. Este comportamiento te aligera de la carga y te ancla en este paraje natural como una más, libre como ellos. Ves el espejo de tu alma en toda la luz hermosa que te rodea. La frescura del entorno te cautiva y te hace suspirar. Aquí todo es belleza. Es como si la belleza de la divinidad se expresara por sí misma en la Tierra. Este es el regalo que la Madre Tierra te hace: mostrarte su pura belleza, su pura vida desde todo su esplendor, naturalidad y plenitud.
No das crédito a cuanto ves pues tanta belleza condensada te parece obra propia de los ángeles pero es que la Tierra es una enorme creadora de perfección y ahora te la muestra como su presente, su obsequio. Te quedaría siempre aquí disfrutando del paisaje, de la naturaleza y de su agradable temperatura. Aquí sientes el abrazo del planeta, el vuelo de las hadas, el aroma de las flores, el caminar y el pacer de las especies animales a quienes tanto amas y que tienen tanto que enseñarte sobre el sentir del ahora y su lenguaje animal el cual es comprendido por las hadas. Ellas vibran en el estado salvaje del ser y ése es el que debes adquirir e integrar para tu estado de iluminación. Para ellas no importa el instante siguiente, sólo el instante de ahora. Afrontarlo con cordura y madurez permitirá un transcurso adecuado de la existencia. Tú eres la estrella y este es tu cielo en la Tierra. Saboréalo despacio, aquí la prisa no existe: sólo el disfrute y el goce del momento. Es para ti, acepta tu regalo y recréate con él.
Desde aquí te es más fácil canalizar a instancias superiores por la pureza y la limpieza del aire, por la pura vida que aquí se respira, por el respeto que se profesa a la madre naturaleza y a sus hijos, por la dulzura que desprenden los simpáticos animalitos y el sabor dulzón y la textura de algunos frutos exóticos.
Aunque ahora no des crédito todo eso vendrá a ti tan ciertamente como los rayos de sol llegan a todos los habitantes del bosque ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario