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sábado, 25 de mayo de 2013

Canalización de los seres del reino omnisciente

Desde el reino de los seres omniscientes te enviamos nuevas para guiarte en tu nuevo y fresco camino para reencontrarte con el ser y mirarlo a los ojos. Mereces alzarte en la gloria de lo que eres y reconocerla como tal para implantarla en los archivos de tu alma y completar tu misión. 

Aires lejanos y puros envuelven tu alma y van atrayéndote apaciblemente hacia tus orígenes nativos. Una dama celta te augura lindas experiencias y te protege en su oráculo para que llegues a destino y purifiques tu luz. Diosas de la naturaleza vienen a tu encuentro y te brindan sus dones. Sigue adentrándote en ti misma y siguiendo los dictados de tu intuición y no te dejes confundir por lo diametralmente opuesto a los susurros del alma pues ya has estado demasiado tiempo perdida y ya va siendo hora de poner en marcha nuevos parámetros divinos que están esperando a aflorar y a convertirse en tu mejor baza. Tu alma guerrera encuentra su paz y logra un equilibrio de espíritu para hablar con dioses y divinidades y canalizar sus mensajes. Aquí la naturaleza habla por sí misma y sus palabras se posan en cada uno de tus latidos. Aprésurate a tomar nota de ellas para que su simbología y sabiduría no escape a un mundo necesitado de respuestas y confirmaciones.

Una tortuga te confirma con su comportamiento tu nueva posición y le sonríes agradecida. Ella se muestra mansa y suelta contigo. Percibes su libertad en cada uno de tus poros, notas vuestra hermandad y lazos
afines. La dejas ir, despidiéndola con amor. Ella nada hacia la profundidad de las aguas hasta que su silueta desaparece ante tus ojos y sigues tu camino en la naturaleza virgen que te cobija. Escucha la voz profunda y silenciosa de la madre Tierra en cada soplido, en cada gota de rocío, en el manto refrescante de la humedad que vivifica y nutre el suelo, en cada brizna de hierba, en cada brote del campo. 

Una pradera confluye con un bosque recién nacido tras la estación de lluvias y te sientas a meditar en la llanura, como si fueras Emilú, rodeada del aroma de sus flores y de la ligereza del instante. Te deshaces de parámetros que te han bloqueado durante tanto tiempo que ni lo recuerdas y le abres puertas a la vida. Aquí yace la llave que te despierta de tu sueño y que te ancla en la placidez de la temperatura cálida del ambiente. 

Un roedor pasa corriendo tras de ti y escuchas sus pasos rápidos. El zumbido de un insecto te enraiza todavía más con este instante de plenitud. Es como si aunque puedieras disfrutar de las alas de este insecto para trasladarte allá donde gustes, no te resultara necesario pues, literalmente, todo lo que precisas, te lo trae el momento ante ti. Y ante ti sólo hay belleza, en todo lo que ves. Tu alma fresca y tu aura fortalecida brillan con un resplandor especial esta mañana que vives con desapego sin acercarte a nada sino más bien permitiendo que lo que sea se acerque a ti. Lo acoges con un sí. Así, te permites experimentar de forma
inclusiva la esencia originaria de lo que se halla contigo. Cada segundo experimentado de este modo se convierte en un milagro pues se trata de una experiencia que te conecta con el amor divino, sin condiciones, sin pretensiones, libre como el alma de los elfos del bosque. Ellos están aquí contigo, más cerca de ti que nunca. Además, ellos adoran esta atmósfera purificada, libre de impurezas, que tanto personaliza la pureza del ser, su fluidez y su cristalinidad. 

Cuando meditas, sientes aquí una energía más renovada, potente, palpable. Ella te inunda el ser y te eleva para desvelarte los secretos del cielo y conectarte con lo que fuiste antaño y que has venido a coaligar con lo que eres ahora para completar tu evolución espiritual en la Tierra. Nosotros, los meditadores omniscientes, vamos a enviarte energía de apoyo en esta nueva etapa a punto de estallar para que incluso con tu nueva energía puedas llegar a contribuir a la formación de las estrellas en el espacio, pues todos estamos conectados con altas esferas y llevar a través de ellas nuestra noble creación más allá de todo lo que imaginamos o soñamos. Es posible vivir el cielo en la Tierra y  tú lo has encontrado, niña de los cielos, de la luz índigo-azul, del amarillo-dorado. Celebra la vida y celébrala aquí y ahora.

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