Desde el reino sin tiempo te saludamos y te brindamos la ocasión de recuperar tus recuerdos paulatinamente, como gran muestra de avance del ser que quiere abrazarte y ocupar su posición. Los medios se desplegarán para que gradualmente vayas encontrándote con todo lo que fuiste y acariar el corazón de tu ser, ése que clama por expresarse en libertad y en paz. El silencio toma tu ser y te habla con palabras dulces, lejanas por provenir de allá de donde procediste hace sexenios.
Dejar de juzgar no sólo contribuye a la ecuanimidad del mundo, sino a la neutralidad de tu mente y además dejas de interferir en la vida de los demás y consecuentemente provocas que nadie interfiera en tu vida por mucho que lo desee. Dejar de juzgar crea una enorme serenidad y un vacio de silencio, el vacio más valioso que existe. Ese vacio hecho para escuchar desde la esencia genuina que nutre el ser. El silencio se instala en ti desde el momento que no lo buscas, porque entonces ya lo has soltado, has prescindido de él y como un chiquillo ahora corre a tus brazos. El ruido pasa a través de ti y, del mismo modo, debes avanzar en que pase toda tu realidad pues entonces serás merecedora de toda la sabiduría que debes recoger y difundir a través de la luz.
Sabemos que te preguntas por los muros donde yace el conocimiento que ansías pero debes esperar pacientemente a que el ritmo de las circunstancias te vaya acercando a ellos. Son muros llenos de silencio y tranquilidad, abrazados por la grandiosidad de las montañas y la calma de sus aguas cristalinas.
La pureza de la luz con la que antaño trabajabas te llama y por esta razón la verás reflejada en un entorno auténtico, lleno de verdad: corresponde al que te está reservado. En él reaprenderás a ser el hada que ya sabe a donde debe guiarte y a reconocer a tus duendes, tus gnomos y a tus adorados elfos. Con ellos, retornarás a tu Irlanda salvaje al trote y soplando destellos de estrellas que te conducirán hacia los secretos guardados para ti en un cofre que solo tú puedes abrir con la llave de tu alma.
Tu cetro de magia reposa en el castillo que ahora custodian seres alados. Sus libros pronuncian sus encantamientos amorosos a la espera de que los leas, cuando el maestro reconozca tu voz de tono moderado.
Las aguas profundas de ese lugar están llenas de misterio. Las llenarás de luz con tu sola presencia y eso transmutará la energía necesaria para revelarle al mundo el preciado valor de la belleza del planeta y de la necesidad de elevación de consciencia espiritual. Alquimizarás el agua y la tierra con el beneplácito de otros elementos para que el planeta reciba una inmersión de dicha y de alegría.
El sonido sanador también será una poderosa herramienta para ello, pues el sonido transmutador nace del alma, es reconocido por el corazón y transmitido con los labios y los dedos. Poderosa artífice del sonido y del silencio, en ti se halla el equilibrio para iluminar al mundo, algo que reside en todos y que vamos a ir ayudándoos a desvelar según nos indique vuestra vibración. Elevarla supone poseer el mayor de los tesoros terrenales.
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