Desde esta región de paz infinita, desde este reino quieto y calmo nos atraes desde tu posición de aceptación, de calma y de tranquilidad en tus aguas interiores, iluminadas por la luz del alma. Este alma que clama por expresarse y permanecer en actitud pasiva pero receptiva en pos de actuar cuando sea requerido. Sin embargo, sabes que estás en tu camino y que tu caminar es lento pero firme, desasido del resultado.
Atraes sabias palabras que brotan del ser más puro y desarrollado pues tú estás destinada a seguir ese mismo camino. Guías poderosos te impulsarán en tu camino, creando la magia manifestada en tu mundo para que puedas acceder a la valiosa y fructífera información que transmitirás en libertad y con desapego en un campo emocional potencial para el cultivo y la recolección de acciones en sintonía divina.
Recorres tu camino sintiéndote en plenitud con la brisa que te acaricia el aura y te recuerda que eres tan ligera, invisible y libre como ella, esa brisa te otorga las alas para volar hacia el infinito desde tu posición actual y mostrar a otros como conseguir lo mismo en un camino elegido por ellos mismos que tú adquiriste el comprimiso de orientarles para su encuentro.
Palabras de vibración poderosa te acompañarán en tu camino, brotando de los tuyos como un tesoro impalpable que te pertenece sólo a ti, fielmente y celosamente protegido por el ánimo puro y noble de un alma que un día fue hadada y que está predestinada a recoger y volver a su esencia. Cambios graduales que van a enriquecer y ampliar tus perspectivas están en transición, aquella que te llenará de libertad en tu trote hacia el rumbo de tu alma, aquella que nació contigo y que te reblandece con lágrimas de emoción con sus transmisiones y mensajes tan íntimos y emocionantes. Vas a recoger todavía más de esa grandeza, originada desde la alegría y la espontaneidad, para mostrársela a un entorno capaz de sentir y emocionarse por la belleza de esas almas antiguas como la tuya que ennoblecen el mundo y le rinden su aspecto más divino, primigenio y nutrido de luz solar, tan necesaria para limpiar el cielo y la tierra de impurezas que los hacen llorar de horror. En esa luz solar te pedimos que te concentres para irradiarla en cada una de tus afirmaciones y vestirlas de luz. Recuerda a las hadas vestidas, sus vestidos no sólo son de ropa sino de luz hadada, esa luz con el don de elevar al ser. Ejércelo invocando al ser de cada uno que veas, con quien te cruces, incluso al ser de los desconocidos, también al de aquellos tan desgraciados que claman ayuda con expresiones mezquinas o groseras, insconscientes de su prisión mental. Recuerda que en su día fueron ángeles y hay que ayudarles a recordar su verdadera naturaleza. Esa misión sólo puede ejercerse desde la seguridad en uno mismo y el amor por el ser y la perfección que confiere vida a este mundo que nos parece tan imperfecto.
Recréate en la abundancia de luz y de serenidad y la vida te mostrará el rostro de la prosperidad que nace de la libertad de tener todas las necesidades satisfechas, necesidades que nacen de una felicidad radiante que sólo necesita besar a cada sonrisa de su camino para comprender que la fusión en todos es la unidad en su plenitud.
Por ahora, concéntrate en ti y sigue sanando. Envía luz a tus heridas y sigue sumiéndote en tu camino de paz y sacralidad y todo eso se mostrará multiplicado ante ti pues el alma sagrada que reside en todo está esperando a ser despertada por quien no lo pretende.
Bella es el alma y el ser que anima o confiere vida a todas las cosas y que es capaz de despertaros de la ilusión que os mantiene cautivos. Tu irás despertando lentamente de ese sueño para seguir soñando despierta en el ahora de tu camino, rozando la magia del momento que se postra a cada latido de su corazón humilde. Reverenciar o abrazar ese momento, absorber y personificar su enseñanza y dejarte atravesar por ella en actitud de desprendimiento para decirle adiós al dolor y recibir lo positivo, demuestra que la maestría ya está empezando a renacer en ti y que vas a conquistar tu autodominio, tu coraje, tu autenticidad al galope de ese caballo que ya está dirigiéndose hacia ti...
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