La magia del ahora se abre paso lentamente sobre una alfombra de flores y estrellas que constituye el manto de otras dimensiones a la que estás abierta de forma natural. Desde esas otras dimensiones nos flexibilizamos para estar más atentos al momento en la Tierra y empujaros a salir airosos en vuestra búsqueda interior. Más bien deberíamos decir reencuentro interior con un diálogo sereno y con un pacto de luz sellado en cada uno de vosotros y que ahora debe ser abierto.
Extiende tus alas espirituales al sol y deshácete en su calor hasta caer en lo profundo del ser y quedarte allí con él. Este proceso es el producto de un llamado hacia ti misma en el que muchos nos implicamos para que lo descubras por tu cuenta. Estírate hacia la dirección que tu intuición te desvela, mientras una sensación que no requiere explicaciones, se apodera de ti. Esa sensación obedece a lo que es en lugar de perderse en razonamientos inútiles. Déjalos para otros, tú ya te has desprendido de todo eso. Ahora permaneces en una fase más de tu camino cuyos frutos son esperanzadores y tremendamente cautivadores y transmutadores para tu total elevación. En tu núcleo reside todo lo necesario para ello y hacia ello vas. Todo te conduce a esa dirección.
Que todo se mueva despacio a tu alrededor no es inquietante, al contrario, las cosas se cocinan lentamente para conseguir un buen sabor y que el punto de cocción sea el adecuado.
Tu receta mágica, te muestra tu lugar, tu hogar dulce, en el que cada paso tiene el sabor de paladares que gustan de lo exquisito, de lo exquisito del alma. Envuévete de aromas de especias y de salsas secretas que el Universo te revela en su paso reservado a unos pocos, para recrearte en la alegría de ser.
Los ingredientes de tu receta nacen del latido de un alma antigua, que ha superado avatares y que empieza a trascender el ruido de fondo para concentrarse con la intensidad de una apertura de todos los sentidos.
El sonido del aire que roza la vegetación te recuerda que antaño tú estabas disuelta en él, tan libre que nada te ataba. Esta libertad puedes experimentarla ahora desde el milagro que suponen lo que es vivir acariciando el instante y colaborando con él, sabiendo despedirlo cuando el momente llegue y recibir al nuevo. Lo que precisas para tu desarrollo está presente y asoma por la ventana de tu horizonte a la espera de que lo recojas con el amor y el agradecimiento de una chiquilla acostumbrada a reconocer lo hermoso y a sonreir a todas horas. Esa chiquilla que fuiste baila con el viento, canta nanas junto a las estrellas y toca la melodía del amor entretejido en todos los tiempos, en todas las ondas de luz y en cada uno de sus inocentes actos.
Descubrirás que desde una posición de senzillez y desprendimiento, la libertad crece con fuertes cimientos a tu alrededor, mientras el Universo mece a su niñita de luz en la cuna de los ángeles. Un vestido blanco te llega y te revela lo que fuiste y lo que estás destinada a ser de nuevo.
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