La paz de
espíritu se deja caer lentamente, reposadamente, mansamente en las
acciones de tu mundo. Destellos de luz marcan tu camino sin prisas,
vestido de filamentos de fortuna
y buenas nuevas, que van a tu encuentro.
Sientes la brisa en tu cuello y
le agradeces su caricia fresca que te hace aflorar recuerdos de antaño,
vivencias de libertad sin ataduras que ahora vas a ir rememorando y
reviviendo para posarte firmemente en la firmeza
y la fluidez del poder de la luz, ése que estás predestinada a recordar
y ejercer.
Los cantos de las aves de tu jardín predicen tu horizonte calmo y suave
donde todo coopera para que tomes tus alas y sientas su elevación.
Acoges a ángeles disfrazados de pájaros y ellos
se sienten profundamente agradecidos por los cuidados y la atenciones
recibidas. Ellos observan tu sensibilidad y tus anhelos para irlos
dibujando en tu mundo y que se manifiesten desde la creatividad de tu
alma. Cada paso es una muestra de la luz que vas
a difundir en el horizonte de muchos y que tanto desea ser impulsada
por ti.
En el espejo de
tu alma aún subyacen dolores antiguos, que van a ir disolviéndose para
hacerte sentir aún más ligera y libre, en tu vestido de gasa blanca y
tus cabellos de
hada amante de la naturaleza y sus especies. La naturaleza se dispone
ante ti y se encorba ante tu presencia como forma de reverencia. Las
espigas se doblegan como muestra de su reconocimiento hacia ti. Pero tú
no lo precisas, sólo pretendes recordarlo y reconocerlo.
Ya te has desprendido de la necesidad de aprobación y eso te libera y
te empuja hacia la fuerza del ser. Ese ser divino hecho de chispa nacida
de tu corazón limpio y noble. Los elfos estamos comprometidos en
nuestro cometido de restaurarte tu poder y ayudarte
a recordar claramente.
Tu mente gradualmente irá despejándose y la
lucidez ocupará el trono que le corresponde para mostrarte las
respuestas que precisas para tomar las riendas de tu destino sanador de
luz y magia.
Te pedimos que
más que nunca creas en tus afirmaciones y visualizaciones nítidas y
fijadas entre espacios de luz. La luz los tomará para darles forma en
manisfestación en tu
mundo real.
Los
acontecimientos toman un cariz cálido que tu sonrisa acoge con agrado,
rodeada de esos rayos de luz que te recuerdan que la serenidad es lo más
importante ahora. La autenticidad
del ahora nace de tu paz, al alcanzarla el ahora puede desenvolverse
de forma natural, mostrándote la mejor de sus caras angélicas.
Sintiendo cada
paso, ayudas a otros a sentir los suyos y a hacerse conscientes de su
camino, por sí mismos, sin imposición ni despotismo. Maestra de maestros
caminas elegantemente
y despreocupadamente pues sabes que el destino te tiene reservada la
mejor de las bazas. La esperas sin esperar, sin prisas, reverenciado lo
que es y rodeándote de cariño y ternura.
La soledad se ha convertido en
tu amiga dulce que te ha enseñado a mirarte
y darte cuenta de la necesidad de tu trabajo interior para que en el
exterior puedas encontrar los tesoros a ti reservados.
Aceptas, valoras y
agradeces lo que ya tienes y éso es algo hermoso. Tus meditaciones no
sólo se ciñen a la Tierra, sino más allá, donde
sabes que los tuyos te observan con amor. Resulta curioso que ya no
tengas prisa por reunirte con ellos pues te has dado cuenta de que la
Tierra está llena de tesoros y te aseguramos que ya están de camino.
Aparta las
preocupaciones y positivízate al máximo para aplicar con plena
conciencia cada una de las leyes del funcionamiento es este planeta,
hasta que hables y domines tan
bien su lenguaje que ya no lo sirvas tú a él sino él a ti. Aplícalo a
conciencia, en eso, eres una brillante estudiante...
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