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domingo, 9 de junio de 2013

Canalización de los guías

Pruebas el fruto del campo y te extasías ante su exquisitez. Las fresas te sirven no sólo para nutrirte sino para borrar memorias del pasado que obstaculizan los pasos coordinados que debes seguir para acceder a tu verdadero destino. 

Una fina llovizna cae en el mismo instante en que te llevas los frutos del campo a la boca. Es como si tratara de refrescar la fruta hasta el mismo momento en que te la llevas a la boca a fin de que su sabor sea el óptimo y pueda refrescarte el alma y las emociones. La dulzura del sabor te recuerda a las fresas que comías en el huerto de tus abuelos, bañado de sol y lluvia y cuyo sabor siempre te parecía inigualable. Era el sabor auténtico de la tierra, de los frutos con que ésta te obsequiaba y que ahora regresan a ti, conscientes del amor que les profesas y de cuánto te importa alimentarte de los nutrientes del mundo vegetal de la madre naturaleza y de lo sanos que resultan los alimentos ecológicos, frescos, naturales. Así eres tú y por eso lo que a ti se te asemeja te llega incluso de forma gratuita. 

La lluvia plácida y serena traslada estas cualidades a tu cuerpo y te sientes liviana, sin dolor, ágil como cuando ayer una ola del mar estuvo a punto de mojarte. Suerte que te levantaste de la roca a tiempo para evitarlo pero sin sentirte enfadada, consciente de que el mar sólo pretendía jugar contigo. 

Desde el mar captaste la energía de las sirenas, ésas que actualmente te resultan tan familiares como las hadas y con las que te sientes, por una razón que no puedes explicar, hermanada y cercana. 

Todo a tu alrededor va a convertirse en un canto a la naturaleza pues ésta ha escuchado tu grito de amor y de necesidad de unirte a ella, de sentirte su hija y de disfrutar de sus placeres, contribuyendo a su preservación y cuidado. Te relacionas con las hojas de los árboles con la misma naturalidad con que el viento las hace caer lentamente para pasar a nutrir el suelo y convertirse en humus.

El viento friega contra las hojas y las levanta como en un juego eterno donde ellas parecen mecerse como lo hacen las olas del mar. Todo te resulta uno, unificado en la naturaleza y es que ella huele a ser, destila un estado salvaje y puro que te atrae y que constituye el lenguaje de tu alma. 

Hablas con la naturaleza, con el viento, con el mar, con el aire, con la calidez y en ella te sientes como en casa. La madre naturaleza es una madre amorosa que te escucha con amor y atención y que provee a su hijita de lo que ella necesita. Lo hace teniendo en cuenta lo que te gustaba de niña, en tu infancia, siendo consciente del amor a los prados, montañar, ríos, lagos, arboledas, nubes y animales. 

La madre naturaleza ha reconocido a su hija y va a llevarte hasta su más profundo corazón pero primero debes ser paciente ultimando los largos preparativos y entregándote completamente con paciencia y tesón a ellos, confiando en tu intuición y en la vocecita de tu pecho. 

Todo te llegará con amor y te acercará a la dicha del ser. Podrés entonces dejar atrás lo que no te aportó ni te enriqueció pero que algo te enseñó y podrás también decirles a los que te ayudaron y te respetaron, cuánto les quieres y que siempre seguirás a su lado de algún modo u otro. 

En la vida hay tristeza y alegría. La existencia está llena de contrastes, todos ellos deben ser integrados para formar la masa del amor y alcanzar elevados niveles de comprensión que nos permitirán ser sensibles a las necesidades humanas de forma cabal y sensata.

El dolor fue tu gran maestro y ahora abre las alas para dejar paso al amor. Pero lo hará despacio, sin prisas, consciente de que has sido una alumna aventajada que ahora merece encontrar a vibraciones parejas. 

La humildad te permitirá tolerar a vibraciones distintas sin perder la dignidad. El argradecimiento que siempre has sentido por todo por fin ha tocado el corazón de los ángeles y te llegará en forma de destellos de luz que impregnarán tus sueños de consciencia presente y de caída del ego.         

Entiendes que quien te daña o te dañó va a acabar siguiendo el camino de unidad al que su alma está destinada a converger y que la vida es demasiado preciosa como para malgastarla. Ámala con la misma pasión con que los elementales aman a los bosques y ésta te mostrará milagros y regalos sin fin.             

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