La dulzura con que te tratan los niños te recuerda antiguos tiempos en los que esta misma dulzura era irradiada por el sol y emanada por todos los corazones de los que te rodeabas. El color rosado bajaba desde el cielo hasta las montañas y cual gota de rocío embebía las flores cuyo aroma desprendía esa misma dulzura por doquier.
Era ese un mundo silencioso y placentero que ahora añoras y al que regresarás en su momento. En esa época bailabas con las estrellas y te escondías detrás de la luna para ocultarte de los duendes, con quienes jugabas en el cielo y en el bosque.
Dentro de un tiempo, encuentras tu paraíso en la Tierra donde reúnes todas las partes de tu alma y la remembras para el recuerdo. Eres conciente de que puedes modificar tu karma y vamos a ayudarte.
Como una mariposa, emprendes tu vuelo hacia tu destino, un lugar especial que destila belleza desde el amanecer hasta el anochecer y donde vas a reencontrarte con lo que fuiste y lo que eres. Todavía hay mucho que preparar y recorrer hasta llegar allí pero lo conseguirás con destreza, constancia y paciencia pues los tuyos han escuchado tu llamado y vuestro encuentro es cuestión de tiempo.
La sencillez y la pulcritud constituyen el estandarte del día a día donde todo se desarrolla con normalidad y quietud. Tu nueva situación hace que la vivas encantada y que resplandezcas en la luz de tu alma.
Con una sonrisa tan grande que no te cabe en el rostro, reflejas grandeza y paz y eso lo imprimes en cada uno de tus actos y palabras.
Pasas las hojas del libro feliz y complacida. Se trata de la historia de tu vida, que fluye con la armonía y la transparencia del río donde todo acontece en linea con el instante en el ser genuino de la madre naturaleza. Cada segundo te conduce a la expresión vivificante del alma, allá donde la vida se muestra en su estado original y primigenio. Por fin, eres. El estado de compleción que experimentas te funde con el infinito y con tu más pura luz.
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