El sonido del viento de fondo, en la vegetación de tu jardín o mejor debiera decir de tu bosque, te suena a caricia, al estallido de un beso en el alma, a un silencio que reposa en el suelo y que se eleva allá donde vayas. La paz es el tallo de tus plantas, el tronco de tus árboles, el sabor de los frutos de la tierra fresca donde se ha levantado tu hogar de madera y piedras. Él es el reflejo de tu espacio interior vasto e infinito como tu alma, aquietado, flexible, sensible y atento.
Tu ser se baña en el lago del jardín de tu casa y sobre él las mariposas, los patos y otras aves hacen sus delicias acrobáticas, mostrando su nivel de equilibrio y destreza en su hábitat natural. Los patos siempre te han parecido unos animales simpáticos, te encanta tenerlos cerca y contemplar el colorido de su plumaje. Además, los consideras animales pacíficos y amigables. En tu casa los crías desde chicos por eso de adultos siguen contigo, viviendo en el lago.
Tu hogar también es el hogar de otras especies autóctonas de la zona. Es algo que favoreces e impulsas porque te gusta tener a los animales cerca de ti. Te transmiten un sentido de paz que no siempre hallas en los humanos y, lo más importante, de los animales aprendes a no juzgar y a mirar a la vida con los ojos de un niño.
Lo que más te enternece de los animales es su etapa de crías y también la dedicación y el amor con que los progenitores cuidan a su prole.
Admiras ese sentido donde la subsistencia prevalece por encima de todos los valores y donde el grado de sacrificio deja de importar en la crianza. Esta abnegación para proteger a los hijos, te enseña aceptación y respeto por la vida. Te comprometes con los animales y le pides a Dios que tu misión siga ligada a ellos. Ellos te lo dan todo. Con ellos pierdes la noción del tiempo y recibes el amor de la vida, experimentas la inocencia que reside en las almas nobles.
Tratas de conocer el lenguaje de los animales y de comprender sus necesidades. Su desenvoltura y espontaneidad te deja boquiabierta y te sorprende el hecho de que ellos en tu presencia actúen de forma natural. ¿Te consideran tu amiga? –te preguntas.
Sientes que desde que llegaste a este nuevo país tu sonrisa es más grande. Hay animalitos que te parecen tan graciosos que es como si hubieran nacido para hacernos reír y apreciar el lado amable de la vida.
Enciende tu cuerpo de luz y envíasela a los reinos animal y vegetal. La necesitan muchísimo pues no siempre se les ayuda a avanzar en la Tierra. Ahora das testimoio de que los reinos animal y vegetal constituyen el regalo otorgado por la divinidad al reino humano el cual debe protegerlo y honrarlo. El humano que no respeta este principio viola un pacto sagrado y se aleja del sentido verdadero para el que fue creado la Tierra, forjando una mentira de sangre que lo conducirá a reparar sus acciones para elevarse en la verdad del alma.
En tu jardín vives como en el edén, como si el cielo hubiera bajado a ti y te sintieras como en casa. Este lugar te ha abrazado desde tu llegada. Una energía intensa y especial te esperaba y la tomas complacida como si de una segunda piel se tratara. Todo colabora a ese bienestar interior que se extiende en tu pecho y se adentra en tu alma. Percibes a tu ser anclado como los árboles perciben a la sabia.
Unas gotas de lluvia te refrescan el alma, dispuesta a desvelarte el significado oculto de todo lo que ves, de símbolos indescifrables, de misterios que te aguardan.
Tu trabajo te encanta, es a medida como un traje que un sastre te ha confeccionado y que te sienta a la perfección, completamente adaptado a tu figura., cubriéndola con amor.
La vida te envuelve con bendiciones, y te trata como si fueras el regalo dentro del envoltorio pero tú sigues sintiéndote pequeña, humilde, transparente a todo lo que ante ti se refleja.
Esta tierra es tan hermosa que te parece terreno de dioses. Reverencias el ahora y te postras ante su grandeza. Pero el ahora te dice que ahora sois iguales y que ni tú vas a escapar de él ni él de ti. Desde ahora os sobreponéis para formar uno, para converger en el sí al momento, para simplemente ser y respirar ahora. Algo tan sencillo ahora cobra pleno significado y presencia en tu nueva vida recién estrenada.
Esta tierra respira a pleno pulmón gracias a sus reservas naturales. El techo del mundo aquí se percibe ligero, oxigenado, refrescante, renovado, puro. El aire aquí es más fresco y limpio de lo que hubieras soñado y esa frescura se imprime en las palabras de tu alma.
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