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miércoles, 26 de junio de 2013

Canalización de las sirenas

El amanecer promete hoy rayos de esperanza que atraviesen el cielo en pos de una nueva victoria. Las hadas asoman tras las nubes y les anuncian a las estrellas la buena nueva. 

El día va a ser especial y va a acariciar con dulzura a los corazones de los niños. Mientras tanto, el silencio impregna el Universo y le confiere el poder de la vacuidad, el de la luz en sí misma, esa que todos poseemos y que debemos encontrar y reconocer. El halo lunar sigue enseñoreado del cielo, aunque sabe que su tiempo se agota pues en unas horas deberá cederlo al despuntar del nuevo día. 

El amanecer antes de salir se quitará el sombrero para saludar al firmamento y abrirá los ojos desperezándose, callado y sereno. Luego, la noche le hará un guiño y se irá por la puerta de atrás, pero, de momento, el protagonismo lo sigue cobrando ella. Por eso ahora sonríe con su corte de estrellas y baila al escuchar el canto de las sirenas del océano, bañado de nocturnidad. Las sirenas se contornean plácidamente al unísono con la corriente marina en un palpitar rítmico que se une a la respiración del Universo. Se crea un único latir, una unidad inquebrantable donde la luz emana de cada capa de energía para posarse en las almas libres. 

Como las alas de las mariposas, la libertad se pasea caprichosa entre las olas del mar y vocifera gritos de felicidad. Las sirenas transfieren la energía del Universo al mar y éste se llena de nueva vida la cual a su vez es insuflada a las especies acuáticas que la reciben con agradecimiento.

Las hadas observan a lo lejos y agitan su varita mágica para añadir mayor encanto a este escenario idílico donde la belleza del Pacífico se confunde con la del cielo.

Comprendes y percibes la fuerza de este enclave energético privilegiado donde todo se reserva para fines elevados que se mantienen secretos y ocultos a la mirada humana para preservar esta sabiduría lumínica y sirénica que ha presenciado la Tierra desde la primera generación. Tu posición cobra la distancia e imparcialidad necesaria para actuar como observadora y juez sin sentencia ni juicio. Sólo observar, disfrutar sin interferir y aprender neutralidad, medida, maravillarte sin revelar la realidad que observas, aunque sí narrarla como un cuento, una poesía, una reflexión o un relato para hacer las delicias de los niños y convertir, así, lo que has visto en leyendas de sirenas y mares. 

Trae estos cuentos a la Tierra de la mano de tus maestros y haz soñar a los demás, sanando su alma y oriéntandolos hacia el alcance de su pleno potencial. Lo que se aparte de aquí resulta engañoso pues no habla con las palabras del alma sino con las del ego que pretende gobernar con dolor y manipulación. En todos hay un rey o una reina que merece reinar en el cumplimiento de su misión y actuar como el soberano de su vida, de su reino interior y abrirle las puertas al mundo.

La vida es un regalo, un gozo que hay que honrar a cada momento, reconociendo el carácter sagrado que existe en todo lo que presenciamos. El que desee desperdiciarla con negatividad está en su derecho pero luego deberá restaurar y resolver, aprendiendo a desaprender el daño que causó. Por tanto, deberá deshilachar el tapiz de su vida, lo que antaño cosió o bordó para lastimar ahora deberá remendarlo de nuevo para sustituirlo por comprensión, tolerancia, paciencia y amor hacia aquellos con quienes adquirió una deuda previamente. 

El amor implica respetar y permitir el camino propio y el del otro. Respetar significa no molestar, ni ofender, ni controlar ni entrometerse en asuntos ajenos pues cada uno debe ejecutar su propio trabajo, su propio destino, centrándose primero en uno mismo para luego, cuando llegue el momento, compartirlo.

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