Canalización de las hadas

Te alzas presurosa a la altura de las nubes para contemplar la Tierra con neutralidad. Te cautiva esa belleza de su superficie: los mares, los ríos, los lagos, la vegetación de las cordilleras montañosas y los impresionantes bosques. Consideras que sería vivenciar un sueño el estar ahí y tomas la decisión de pisar la Tierra con todas las consecuencias y reencontrarte con tu verdad. Lo hiciste por amor al planeta, a sus reinos animal y vegetal y para comprender al reino humano, con todas sus paradojas, complicidades y simplicidades. Esta belleza que te cautivó hace tanto tiempo, regresa a ti como un imán. 

Vivirás en un lugar paradisíaco que reúne todas las condiciones del edén. Se trata de una reserva natural y pura donde el aire es tan limpio que se confunde con el halo de luz de la luna. La pureza de este lugar no sólo te atrae a ti sino también a las hadas y los ángeles, que una vez aquí emanan mayor cantidad de luz y refrescan su alma. Por unos segundos, te enternecen unos niños que juegan con animales. Los tratan con amor y respeto y así también tratan y se desenvuelven con la madre naturaleza. 

Cuando finalizas tu jornada en un hermoso edificio acristalado, te unes a los niños y juntos cantáis y jugáis a juegos que podrían considerarse espirituales e inspiradores. Ser aquí es un juego, una diversión, la más bonita de las aventuras. Ellos son grandes dibujantes y te ayudan a ilustrar tus cuentos. Les encanta oírte hablar sobre ellos y que les relates las historias provinientes del reino mágico de las hadas. Con ellos te manejas con gusto. Te hacen sentir como en casa. Esta atmósfera jovial supone para ti un regalo de los ángeles, que te recuerdan que la semilla del mundo está en los niños, capaces de cambios hacia una humanidad con mayor calidez y calidad humana, más cercana al corazón y la mente de Dios. Esos niños son tus maestros del recuerdo. Ahora los miras mientras te miran ensimismados, atentos a tus explicaciones. No son niños ruidosos pero sí alegres y desenfadados. Los miras con ilusión.

Aquí se te muestra respeto en todas tus áreas. Estás complacida con ello, te sientes amada y sigues desenvolviendo tu regalo...