Utiliza el tremendo poder de tu imaginación para visualizar y creer en un mundo mejor. Hazlo como si ya existiera. Y así es.
Desde el momento presente reproduce a una humanidad desarrollando su pleno potencial de
acuerdo a la misión de su alma. Un mundo en paz está a las puertas de tu corazón y con cada latido, lo activas. Abre la puerta de este nuevo mundo con la llave de tu corazón.
acuerdo a la misión de su alma. Un mundo en paz está a las puertas de tu corazón y con cada latido, lo activas. Abre la puerta de este nuevo mundo con la llave de tu corazón.
Este mundo depende de tu poderosa mirada y también de la otros muchos. Podéis reuniros gracias a las ondas y ejercer vuestro poder de influencia en su reproducción. Déjate llevar por tu pureza y permite que ésta te deje ver con transparencia y paz de espíritu. Ábrele la ventana al alma del mundo, ese mundo embarcado en continuas aventuras pero que está abocado a desarrollar todo su esplendor. Una alborada de nuevos individuos que miran adentro está floreciendo. Velos en tu interior y te abrazarán con amor. Ese amor que nada busca, sin segundas intenciones, simplemente alimentado por el momento. Sin ataduras, esta amor echao raíces en cada ahora y absorbe su magia en un vuelo tan inspirador como los versos de los grandes poetas de la Tierra, algunos de ellos conocidos y otros, voces anónimas, pero todos ellos acarician el aura del mundo con cada párrafo de sus poemas.
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Hasta el infinito, las hadas susurran al cielo que abrigue a una nueva humanidad anclada en su ser y obediente al alma pero se trata de una obediencia libre que sabe escucharse y que, por tanto, se mantiene fiel a sí misma.
Fluyendo con el instante, sigues con tu mirada hacia adentro, consciente de que tomos inmensos de sabiduría descienden a la humanidad como fascículos enviados por recopiladores de luz que ahora hacen depositarios de un conocimiento celosamente guardado a humanos
dignos de esa mención de honor.
Gradúate cum laude en esa escuela de poder instantáneo que te hace un llamado a creer en ti misma y a seguir liberándote de aquello que te limitó y te mantuvo hacia afuera.
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Todos podemos participar de los milagros precisos para impulsar una activación planetaria dirigida y llevada a término por muchos y orientada a crear una cadena de eslabones de luz para abrazar el amor.
Como dioses de la luz, muchos emprendéis acciones para despertarla en el alma de muchos y crear un grupo que se va alzando con bandera propia y con determinación.
Los poetas son esos escritores del alma que embellecen al mundo con cada metáfora, con cada símil, con cada palabra que llevan impresa en el alma, cuando la transcriben al papel. Los ángeles les rendimos homenaje desde nuestra dimensión y les enviamos más momentos de inspiración para que los poetas puedan seguir manifestando su divinidad en la Tierra.
Cada palabra suya constituye un canto al amor que engrandece la Tierra y renueva la energía de la madre naturaleza.
A ellos les pedimos que sigan cantando a la vida con el ritmo pausado y silencioso que transmiten sus palabras embebidas de su alma poética y trobadora. A ellos les hablamos, les susurramos y no sólo nosotros sino también otros elementales.
Los poetas pueden encontrarnos en la brisa que mece cabellos y espigas, pueden encontrarnos en las formas que dibujamos en las nubes y en otros elementos y también pueden hallarnos en cualquier emanación de la belleza terrestre. No hay que olvidar que a los elementales nos embelesa la poesía, las artes y la capacidad creadora de belleza que reside en cada ser humano. Por eso, les soplamos momentos que van de la inspiración al éxtasis creativo.
Esos seres humanos están llamados a juntarse y nutrirse unos de otros para complementarse y aportar más que un grano de arena, un enorme punto de luz que logrará fusionarse con la fuente, recoger más amor y regresarlo a la Tierra. Vivirlo, experimentarlo nos lleva de vuelta al hogar que nosotros mismos somos. Representar ese papel es el compromiso de las almas despiertas y atentas a la luz del instante.
Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustraciones: Pastel
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