La vida debe ser considerada como un diamante. Encontrar el cofre adecuado que lo contiene, de entre los muchos que nos pueden ser presentados, implica encontrar nuestro lugar en la vida, ése en el que desarrollar nuestra misión. Al hacerlo nos sentimos arraigados, pertenecientes al aquí y al ahora pues hemos descorrido el velo que nos nublaba la visión de la verdad que vinimos a aprender y a experimentar.
Tú todavía no has encontrado ese lugar pues aún te queda karma restante que saldar, aunque ya es relativamente poco. Tu paz va
constituir ese pilar que te va a sustentar en ese lugar pues esa
estrella de cuya energía te nutres por fin va a resplandecer en la
dirección que te muestra tu verdadera mirada, lo que realmente eres.
Ese templo sagrado donde meditas a diario, te conecta con técnicas de arraigo, de anclaje, de amarre para la toma de posesión de ese presente eterno que te define y te eleva en tu unicidad.
Imagen registrada*
Los tuyos son moderados en el hablar pues son grandes sabios que no les importa si pasan por extraños pues la opinión ajena ha dejado de preocuparles hace tanto... Eso es lo que ellos van a enseñarte pues no merece la pena dejarse condicionar por palabras vacías de aquellos que, creyendo tener las cosas claras, en realidad, suelen estar tan confundidos como nosotros. Pero cuando dejamos de estar confundidos, sus opiniones simplemente nos resbalan.
Darás una lección, sin pretenderlo, a aquellos que creen saberlo todo pero que sobre ti no saben nada. No lo saben porque no son tus compañeros de otras vidas. Cuando estés en contacto con tu familia de almas, ellos te recordarán lo que eres y es como si lo supieran todo sobre ti pero sin entrometerse, con respecto y afecto. Con ellos, todo te resultará familiar y agradable como la brisa fresca que sopla suave en la pradera cada mañana.
La brisa te dice que recopiles tus historias y relatos y que sigas dibujando el escenario de tus palabras hadadas. Ten paciencia con aquellos que con sus juicios hacia ti o hacia los demás demuestran que no consideran su vida como sagrada. Lo hacen sin mala fe pero eso no excluye que lo que hacen tiene un precio del cual tú no participarás, pues los dejarás atrás como la lluvia se va de forma natural al iniciarse la estación seca.
Pronto nuevos rayos iluminarán tu camino y te traerán las soluciones que mereces para dejarlo todo cerrado y encontrar una nueva llave con la que abrir un nuevo hogar y un destino hermosos.
Imagina y siente ese nuevo sol, iluminando tu corazón y bendiciéndolo con sus rayos. Ese lugar es tu cofre.
Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustración inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual*
Técnica ilustración: Pastel
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