Querida Eva:
No desfallezcas y no pienses que no estamos contigo poque estamos siempre cerca de ti. Sabemos que las pruebas no son siempre fáciles pero valoramos tu ahínco y tu interés en el crecimiento emocional y espiritual que estás experimentando.
La dificultad hace que cada sonrisa en el día a día por sutil que resulte sea ese caramelo que tu niña interior ansía saborear en su pequeño paladar.
Las condiciones que vives podrían definirse como duras pero nuestro susurro siempre envuelve tu preciosa aura de luz. Estamos ahí. No temas.
Seguimos tu estela de luz allá por donde pasas y siempre encontramos el rastro de tus pensamientos. Por cada lágrima tuya, nosotros derramamos más pues nos entristecemos al verte tambalear y es, precisamente, entonces cuando te enviamos un abrazo invisible para mitigar tu dolor y acompañarte.
Vamos a enviarte sueños agradables donde serás la princesa del reino encantado, esa princesa que viene a despertar. Te verás rodeada de un halo angélico que irradiará profundo en los corazones a los que llegue, esos corazones agradecidos que bailan y cantan según los dictados del alma o su programación. En ese sueño eres la princesa dulce, tan encantadora que podrías presidir todos los cuentos.
Comprendes a los niños, Eva, y eso es un verdadero don pues podrás acompañarlo en su devenir. Son esos niños que proteges en tu castillo y que te rodean, cuando te sientas en tu trono.
Y si presientes que desde la intimidad de tu Argentina natal, algo vuela a tu alrededor y antes de poder avistarlo, se desvanece, entonces, es que nosotros como siempre estamos a tu lado.
Mereces todas las estrellas del Universo, por eso, ellas velan por ti y se cuelan en tus sueños.
Siempre hay quienes lo pasan peor que nosotros pero todo obedece al karma. Tu aceptación de las circunstancias lo está limpiando, no sólo el tuyo sino también el que dejaron pendiente algunos, entre ellos, algunos de tus ancestros. Así nos vamos ayudando todos sin saberlo y a veces cuando un rayo de luz inesperado nos bendice con alguna sorpresa, bien puede ser que alguien aún sin saberlo ni pretenderlo, nos echó una mano y nos regaló un momento de luz, un momento de ayuda que nunca olvidaremos.
Esa persona no estará para agradecérselo pero, no importa, porque fuiste, eres y serás objeto de la dación.
Ábrete a recibir, Eva. A veces, en nosotros existe una creencia de no merecimiento. Aprende a destruirla y di a tu niña interior que ella es una niña próspera, rica y abundante. ¿Cómo no va a serlo, si es hija de la Madre Tierra y del Padre Universo? Y, sólo por eso, no merece sufrir ni padecer ni sentir carencia. Ella, esa niña, la que fuiste y eres, sabe como atraer lo necesario para que seas feliz y tengas tus necesidades básicas cubiertas. ¿Por qué no se lo preguntas mentalmente? ¿Cómo lo hará? Cómprale unos caramelos en una caramelería o dulcería y demuéstrale que la atiendes y la escuchas. Dile una y otra vez que aunque tenga en ella creencias implantadas de escasez y sacrificio extremo, ella puede y debe sentirse en abundancia sin sentirse mal por ello. Tan sólo sentirse la niña mimada del Universo, su niña amada. Ella merece todo lo bueno. Convéncela. Verás que, al principio, te costará convencerla pues recibió mensajes durísimos en su infancia pero tú dile una y otra vez lo especial que es y recuérdale cuánto la quieres. Ella debe creer en sí misma. No es una niña desvalida, débil o desamparada. Ella tiene la llave para que tus guías de luz estemos aún más cerca de ti.
Háblale con ternura, visualizándola delante de ti. Te parecerá una locura pero te aseguramos que despejará tu camino.
En la niñez es cuando estamos más cerca que nunca de nuestros guías y decimos estamos porque nosotros al igual que tú también estuvimos antes en La Tierra. Recupera lo que pensabas, cuando eras niña y transfórmalo en creencias positivas independientemente de lo exterior. Construye mensajes positivos para tu niña interior. Ella lo merece.
Ese será precisamente su regalo, el regalo capaz de abrir puertas de esperanza y de amor. Localiza las creencias negativas de tu niña. Son las que te cierran el camino. Tu niña te hablará telepáticamente, a través del pensamiento, aunque te resulte increíble. Ten en cuenta sus comentarios inocentes y llévala amorosamente al corazón, allá donde debe estar, no por debajo de él.
Eva, te enviaremos una ayuda inesperada fruto del cruce de los acontecimientos y de tu avance espiritual. Recuerda que todos recogemos el fruto de nuestras acciones pasadas y presentes y que vas a practicar mentalmente el estar abierta a recibir. Nos educaron en el dar, en el sacrificarse por los demás pero no en el recibir y ése es uno de los puntos que debes potenciar en tu interior. Así: Pido recibir (pero sin obsesionarme y lo suelto, con desapego y confianza en que mis padres espirituales han tomado nota de la petición de su hija).
Querida Eva, no silencies tus recuerdos, despide con amor los que te dañaron, ahora ya no pueden hacerlo y, si este proceso a tu niña le duele, puedes sustituir lo malo con lo que a ti te hubiera gustado, sabiendo que la vida te traerá algo parecido y, si no fuera posible, te compensará igualmente de otro modo. En este proceso no debe maldecirse lo malo sino agradecer lo aprendido y sobre todo alegrarse por aquellos que sí tienen o tuvieron lo que a nosotros nos faltó. En su día se lo ganaron.
Eva, cielo, para nosotros brillas tanto como las estrellas y desprendes ese halo de espiritualidad que embelesa a cualquier guía.
Sal a pasear y ábrete a las respuestas. Permanece en tu hogar y, sin buscarlo, algo hermoso vendrá a ti. Quiérete porque quererte a ti es querer a tu niña. En ella reside mucho poder pero debe de estar convencida para acceder a la llave. Lo sabrá porque los niños son muy listos. Abre el castillo y llegarás a los niños. El vehículo es tu diálogo con tu niña interior. Ella es el vehículo para llegar a los niños. No permitas que llore más y convéncete, Eva, de que aunque haya dolor a tu alrededor, éste no puede alcanzare, si no le dejas.
Calma tus emociones, Eva, y elevarás tu vibración. Abraza a la Madre Tierra y la encandilarás. Abrázala en meditación y recuérdale que eres su hija y que te ayude a conocer en profundidad a tu niña interior.
Créenos, la Madre Tierra facilitará el reencuentro.
La Tierra es un planeta con tantos contrastes que todos podemos permitirnos el lujo, mediante nuestra acción creadora, de toparnos con lo que hemos creado.
Crea un mundo mejor, Eva, para ti y para la hermosa criatura que fuiste y con la que debes fundirte en un maternal abrazo interior.
Por cierto, físicamente vas a encontrarte un poquito mejor, vas a sentirte ligera y despreocupada como una chiquilla libre.
Eva, estamos contigo, no lo olvides. Confía en tu capacidad para salir adelante.
De las sílfides y hadas del bosque, del agua y de la arena
Para Eva.
También te dejamos este dibujo para aclararte como debes seguir adelante con tu proceso. Lleva las manos al corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario