Canalización de los duendes

Querida Eva.

Desde el reino de los duendes del arco iris celeste te enviamos renovación, mejoría y un aspecto envidiable. 

Para nosotros eres esa princesita de luz que sonríe con la ilusión de una niña alegre y desenfadada, jovial y vital. 

No prestes atención a aspectos negativos o nocivos inherentes al estado emocional dañado de algunas personas sólo sensibles a sus propias necesidades las cuales te deben de resultar indiferentes. Puedes intentar tratar de darles un toque de atención pero, si en su evolución no está programado un despertar, debes respetarlo y seguir adelante con el tuyo.

Concéntrate en la alegría que existe incluso detrás de la tristeza o desesperanza, percibe la luz que hay incluso en un rincón qeu se te aparenta oscuro y busca claridad allá donde otros sólo ver polvo.

En nuestra dimensión nacemos con el corazón en alma vibratoria con la unidad y, por eso, sentirmos el juego y la diversión aún en la más esquiva mirada. No nos esquives, Eva. No sólo permanecemos cerca de los niños sino también de aquellas personas que han recuperado el contacto con su alma más plena y vital, su parte infantil proveniente del niño o niña interior. 

Nosotros te vemos resplandiente en aquel campo que presenció tus juegos y risas y donde escondiste algún que otro tesoro. En esa época valorabas como un tesoro aquello que otros consideraban cachivaches pero, créenos, lo que sigues valorando hoy día como un tesoro, vendrá a ti y te hará sentir pletórica de gozo y de amor.

Los duendes celestes te saludamos con cariño y te animamos a seguir con tu despertar  particular sin que le temas a tu psique.

Con el asombro y la libertad de acción y de opiniones prefijadas de un niño, sigue mirando a la vida como el más preciado de los tesoros, tal como nosotros te miramos a ti. 

Te admiramos por tu valor y coraje y por lo cariñosa y amorosa que eres. Por eso, has llamado nuestra atención y hemos decidido transmitirte nuestro mensaje de apoyo a tu propósito. 

Vamos a enviarte un chorro de agua fresca, de oxígeno para tu respirar vital y armonía interior.

Desde el brillo de nuestras inocentes miradas, vemos tu rostro hermoso a pesar de que el sufrimiento ha hecho mella en él y se haya posado en sus facciones.  Sin embargo, Eva, nosotros te vemos rejuvenecida en la cara de tu niña interior, aquella que sonríe y baila a tu alrededor y que ha venido para darte la mano y quedarse contigo. 

En la medida de tus posibilidades, siéntete niña, chiquilla, chica, de este modo, nos facilitas nuestro acercamiento a tu morada terrenal donde todo parece resultar confuso pero esclarecedor.

Baña de luz de paz cada recodo de tu hogar, enviando energía con las manos, brotando desde tu corazón y purificarás allá donde todavía queden rastros de dolor. Con la simple intención, basta y en cada envío de tu energía, precisamente allá nos construirás un puente energético, y nosotros podremos pasar de nuestro mundo a tu mundo a hacerte compañía un rato, aunque te resultemos invisibles y silenciosos.  

Tus duendes de luz