Eva:
Conversaciones con entes de luz, verdaderos entes de luz, no aquellos soberbios que se disfrazan de luz pero que pertenecen al reino de la oscuridad y cuyo propósito es corromper y hacer enloquecer, son las que pueden orientarte. Se trata de seres sabios, prudentes que nunca te pedirían algo que te dañara. Son seres luminosos y angelicales que quieren contactar contigo para enseñarte y mostrarte nuevas posibilidades. Se mueven en elevadas dimensiones y están cerca de ti para protegerte y guiarte.
Ellos te reconocen como alguien afín a ellos y el contacto con ellos se produce de forma natural, espontánea y agradable. Respiras hondo y ya los tienes allí, dispuestos a dialogar y a compartir la sabiduría innata al ser. Tú simplemente te abres a ellos con la naturalidad con que una flor se abre y se entrega a los rayos del amanecer que le insuflan vida, la nutren y la impulsan a mostrar su belleza al mundo.
Sigue adelante con tu rol en La Tierra, no siempre fácil, pero necesario para que crezcas y conozcas las necesidades del entorno y también las tuyas. Cada segundo del día puede convertirse en un regalo, si se vive de forma consciente y apacible.
La sencillez y la humildad reposan en tu corazón y atiendes a tu niña interior que cada vez gusta más de acurrucarse a tu ladito y contarte de ella. Eso contribuye a una mayor unicidad y fusión contigo misma, de diferentes aspectos que convergen y se convertirán en uno.
Te apreciamos y te seguimos a continuo. Sabemos que sientes nuestra presencia callada y reservada pero no por ello potente y plenamente presente, contigo, comprometidos con el cumplimiento de tu misión y para que adquieras un grado tal de felicidad que estar aquí se convierta en una total bendición.
Aunque haya cosas que tarden en llegar, no debes desesperar ni dudar de tu papel de creadora, más bien seguir trabajando en él con ahinco, sabedora de que todo llega en su momento, no antes. Vísualízate sonriendo, con tus necesidades cubiertas y paseando libre y triunfante con tus guías alrededor susurrándote y derramando sobre ti gracia, bendiciones y amor. Y así será, si pones tu atención en ello sin obsesionarte ni enloquecer. Estamos ahí. No temas. Estar en la Tierra no siempre es fácil, pero vale la pena y más, si se hace con alegría, una alegría de esas que no precisa de nada externo pero que reside en uno de forma natural, como la alegría de los niños que son felices porque sí, por el mero hecho de ser y de existir.
Los niños no pierden el tiempo con rencores, lloran pero enseguida se olvidan y siguen con sus juegos. Adopta esa actitud aunque mantén una distancia prudencial con quien no esté en tu sintonía, si así lo consideras. La amabilidad nunca debe ir acompañada de sumisión o servilismo. Ayudar sí, pero sin olvidarte de ti y estando a gusto contigo misma.
Dulce Eva, a los duendes nos tienes ensimismados con tus pasitos lentos, disfrutando del aire fresco y sonriendo por doquier. Tu cara está más bonita y resplandeciente.
Besamos tus sueños y jugamos contigo por las noches, esparciendo buenos sentimientos en tus proyecciones oníricas. No pierdas lo bueno que hay en ti. Nosotros creemos en ti y sabemos que consigues lo que te propones y ayuda para ello, no te faltará. No desfallezcas si las cosas no siempre son como crees, se acaba compensando con que te sucedan cosas hermosas que nunca imaginaste. Así es la Madre Tierra, nunca acaba olvidándose de sus hijos.
De tus duendes guía y tus hadas silenciosas que vuelan en torno a ti.
Para Eva, con cariño.
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