Querida Eva:
Esta semana estamos insistentes los guías contigo pero nos gusta hablarte y hacerte llegr nuestros mensajes.
Te reconocemos como ese ser de luz hermanado con nosotros pero aunque estamos en dimensiones distintas, estamos conectados por un vínculo de luz sagrado y divino.
Los catarros hivernales obedecen a la pauta emocional de ser tratados con frialdad o de tener miedos. Deja todo eso atrás y visualiza un estado afectivo y de salud perfectos para ti. Créenes, tu aura de luz se fortalecerá y resplandecerás más que las estrellas.
Conversaciones agradables llegan a ti como el rocío en la mañana, como un néctar dulce que vuelve locas a las abejas, mientras tú escuchas atenta, serena e interesada en cada palabra.
Puedes y debes reclamar en meditación, a solas aquello que crees que es tuyo, esos dones clariaudientes que te hacen traspasar el velo de la dualidad para volverte una con la existencia.
Tus antepasados ostentaron dones de clarividencia y mediumnidad y tú los llevas ocultos, esperando a salir sin miedo.
Com un campo que se renueva tras la lluvia, te sientes ahora diferente y fresca al aceptar los nuevos dones y aprendes a vivir cautelosamente con ellos. Ellos te revelarán secretos ocultos que sólo pueden descubrirse o clarificarse por una mente prudente, tolerante, abierta y comprensiva como la tuya. Ésa va a ser una forma de recoger tu legado e iniciar una senda de transformación y transmutación que te dará una genuina visión de las cosas, más auténtica y divina.
Cada estallido de miedo a tu alrededor, se convierte ante ti en algo a ser comprendido, sin dejarte asustar por él. Mas al contrario, lo abrazas hasta que se vuelve blando como el corazón de un niño y te cuenta su verdad en una emotiva confesión.
Sintonizas con una era donde la magia es la nota predominante del día, una magia que no todos los ojos contemplan, sólo aquellos transformados por los acontecimientos que van a ir derrumbando confusión y letargo. El despertar masivo ya se ha instalado en personas especiales, emprendedoras de un movimiento destinado a convertir al hombre en lo que vino a ser y a llelvarse a todo aquél que no lo comparta allá donde
pueda evolucionar para rectificar después.
La quietud está precedida por una convulsión emocional destinada a acrecentar el miedo para impedir a toda costa que la conciencia de muchos aflore desnuda y original. Pero cuando nos quedamos sin nada, Eva, o con poco, el miedo se esfuma y, entonces, el ser es capaz de mover montañas. No vas a quedarte sin nada. Al contrario, atraes y atraerás todos los medios necesarios para ser feliz y vivir sin tristeza pero a muchos el desposeerlos de sus apegos, los arroja al abismo del despertar espiritual.
No va a ser este tu caso, Eva, pues tú, voluntariamente, ya estás caminando en esa bendita dirección.
Un nuevo sol te reconforta y te acompaña allá donde vayas, mientras vas utilizando tus dones y configurándote en el ser maravilloso y especial que eres. Hacerlo paso a paso, sorbo a sorbo, permitiendo sin forzar, hace que el ego se caiga casi sin darse cuenta.
Silenciosa y sabia, te abres paso apelando a tu maestría y liberándola interiormente, fortaleciéndola y familiarizándote con ella para en su momento sacarla al exterior con más fuerza.
Cada segundo conquistado en la recuperación de tus tesoros, afecta a tu entorno y a otros que también están en similar situación a la tuya.
Eres una bendición para tus guías, eva, sentimos tu respiración con la inocencia de los niños y gracias a ella es como si sintiéramos la vida en la Tiera como el regalo que estás destinada a recoger.
De tus queridos duendes, hadas y gnomos del bosque de tu infancia.
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