Canalización de los guías

Querida Eva:

Continúa sumergiéndote en tu baño diario emocional de nuevas y frescas ideas que desembocan en sorpresas. 

Agradece tus dones que te transmitieron personas afines y familiares que te quisieron y a quien quisiste cuyos genes están en ti. La vida a veces resulta tremendamente paradójica y, por eso, lo que nos corrresponde, viene a nosotros de forma inusitada e inesperada pero no por ello debemos negarnos a recoger con alegría el legado testamentario terrenal que nos pertenece. De este modo, te alzas como la heredera que eres de dones especiales y particulares que te configuran como un ser especial y único.

Todos somos diferentes y en esa diversidad y sinfín de formas y actitudes reside una enriquecedora y curiosa base que nos enseña tolerancia y una mayor comprensión del alcance de las cosas.

Por eso, Eva, sigue indagando en ti misma y no dejes nunca de creer en la hermosa niña de ojos profundos que todavía eres. 

Siente la vida circular por tus venas, bromea y vive como el amor penetra en cada uno de tus poros. 

Físicamente te repones y caminas con soltura, Disfruta de paseos, cuando el tiempo libre te lo permita, y aspira la brisa fresca de la mañana, aunque sea tempranito. Avanza con la confianza de que tienes la capacidad de seguir adelante y de que no estás sola, sino que tus guías del alma te seguimos vida tras vida. En sueños te hemos dado la mano y lo seguimos haciendo ahora. Te tendemos la mano y te ayudamos en cuanto podemos. 

Saluda a cada nuevo día y acógelo con la ilusión de una niña que no espera nada pero que está llena de amor por la vida. Todos venimos a aprender a amar la vida, aunque ésta no resulte siempre fácil. Sin embargo, vivir en una vibración de decir gracias a menudo, nos ensancha o agranda el corazón y eleva poderosamente nuestro nivel vibratorio y, al final, esto hace que no vida no resulte tan difícil sino más llevadera y con momentos de placidez y cariño.

Tras cada estrella del firmamento nos hallamos nosotros y velamos por tus sueños. Nunca abandones tus sueños. Los niños nunca lo hacen, incluso creen en sueños que los adultos etiquetan como absurdos pero los niños lo hacen porque desde su infinita inocencia construyen alegría en cada palabra, gesto y sonrisa.

Sonríe, Eva, y recuerda que siempre estamos contigo y te sonreímos.

De parte de los duendes de tu habitación

(Para Eva)