Canalización de los guías

La mayoría de personas de tu entorno son tus maestros de neutralidad, independientemente de que sean neutrales o no. Más bien no lo son pues enjuician a troche y moche pero te están enseñando con su ejemplo lo contrario a lo que debes hacer: que ellos vociferan, insultan, critican o parlotean como cotorras, entonces tú mantente imparcial, callada, reservada, sin darles coba y sin seguir su juego tóxico para que sean ellos quienes acumulen karma, no tú al no participar en su juego dañino que resulta divertido a primera vista pero que acaba teniendo un coste.  

Marcales límites para defender tu integridad y dignidad, pero si no rebasan ciertos límites, cosa que casi nunca harán, mantente a distancia, observando como una testigo que ve pasar las experiencias, permitiendo que pasen de largo sin tomar cartas en el asunto para no intoxicarte.  

Velos como gallinas que cacarean a ver cuál es la que canta y picotea más fuerte para sobresalir. Tú, en cambio, ya hace tiempo que has dejado de tener la necesidad de destacar pues no eres ni grande ni pequeña ni tienes nada que justificar ni demostrar a nadie. Los que te piden explicaciones que no estás obligada a dar, simplemente se quedan sin respuesta al ignorarlos tú ligeramente, casi elegantemente, o darles una evasiva pues no mirar adonde no debes es algo que te hacía falta poner en práctica para no dispersarte ni malgastar energía. 

No prestes atención a los que sólo buscan inflar el ego, haz como que no les escuchas y focalízate en la sonrisa de la vida. Esa que ellos pasan por alto, perdiéndose la magia del instante.

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Una persona que no es coherente, esto es, que dice una cosa que luego no hace, se está creando karma pues contradecirse no sólo resulta hipócrita sino que además provoca que la persona necesite una lección o lecciones para aclarar su mente y comprometerse a reparar el resultado de sus acciones confusas. De esta manera, el desequilibrio en el mundo se crea para equilibrar y conocer el amor y si alguien está sufriendo, no hay que compadecerlo sinó admirarlo pues está afrontando y tolerando su situación para que ésta algún día al ser integrada, pueda revertir y acercarle al propósito de su alma, no al de su ego.

El ego debe acabar por darle la mano al alma y la mente por convertirse en el instrumento del ser.

Aquellas personas que no vienen a cambiar, han vivido poco y por eso más que liberar karma, lo generan pues para tener luego la necesidad de aprender, primero hay que creerse que uno lo sabe todo, cuando en realidad mantiene una visión falsa pero que la persona egoica valida como correcta. 

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Tú te sientes cómoda al reconocer que tras tantas experiencias vividas, en realidad, no sabes nada. Te vacías, te desnudas almícamente, quedándote sólo con tu luz y mirando amorosamente, sin opinar sobre aquellos que actúan como si su verdad fuera la única.

Sabes que por mucha verdad que experimentes, sólo será una de las múltiples caras del diamante y eso hace que en la dualidad todo resulte correcto e incorrecto a la vez o que puedan existir más posibilidades al respecto. Así, contemplas la existencia como un prisma abierto cuyas caras continuamente giran y se mueven en el incesante e intercambiable tablero del ahora.

Eres consciente de que como aquí todo es un juego engañoso que no debemos siempre tomar por cierto. Por tanto, cuando te enfadas, al final, lo haces por una razón que puede resultar falsa, por tanto, ¿para qué enfadarse? Muchos demuestran lo que no son consumidos por el ego y entidades que los aprisionan, pero también hay muchos a los que te irás progresivamente acercando cuya actuación concuerda con los dones de su alma y que predican y actúan de acuerdo al alma.

Ven a la cascada y refréscate. Siente el agua templando la temperatura de tu piel y tersándola. Báñate a solas, llenándote de luz y de humedad. Siente este baño como un chasquido de alegría que se queda en tu columna y la fortalece. Silencia lo negativo, no tiene vida propia pues es falso. Abre tu mente a la verdad que hace que tu alma baile como una chiquilla y experimenta la luz del ahora como un regalo que tu alma vino a recoger a cada instante.

Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustraciones: Pastel