Hola, soy Emilú.
La fragrancia de las flores de la pradera me cautiva y me transmite una sensación ligera y renovada que me hace sentir un pequeño ser elemental del bosque, como un gnomo. En unidad con los árboles los siento desde aquí como mi casa, como mis amigos más preciados con los que puedo conversar telepáticamente sobre la sabiduría compartida de nuestras almas.
El silencio brota de cada rincón y confraterniza con mi propio silencio interior en una melodía relajante y elevada que me da alas y me hace bailar en el cielo junto a las estrellas. Tú puedes sentir a la Tierra como yo siento a mi planeta, si purificas tu dieta y tus emociones para convertirte en el ser de luz que estás destinada a ser y repartir magia por doquier.
No importa que tu entorno no sea del todo afín a esta maravilla de ser pues si en tu interior cultivas este estado como el objeto de tu cosecha, ella misma transformará el fruto par que al degustarlo entres en tu propia luz y te nutras de ella. No necesitas de nada más para abrir tus alas, agitar tu varita mágica y pronunciar palabras mágicas que convertirán tu realidad en paz, equibrio, gozo y milagro.
Si consigues volar en la Tierra, algún día lo harás también a mi lado. Velaré para que así sea y corramos tras las estrellas en este cielo mío que es tan hermoso que incluso para una imaginación tan viva como la tuya resulta indescriptible al principio y embriagdor, aunque seguro que acabarías encontrando palabras para describirlo.
Escribir palabras siempre te ha gustado mucho. Te manejas con soltura y además no precisas de elogios pra seguir adelante con tu labor de escritura y dibujo. Ella te conecta con tu interior, con lo que fuiste y con lo que has venido a hacer aquí. Escribir y dibujar te lleva a una dimensión sin tiempo que a muchos humanos se les escapa pero en la cual tú te sientes como pez en el agua. Cada vez el lado desde donde accedes a esta dimensión, se ampliará más y te sentirás como una princesita en su catillo.
Caminar sin prisas ni objetivo alguno también te conecta con esta dimensión y con lo que debes hacer para realizarte en esta encarnación en la cual ya percibes el karma que estás disolviendo y la tranquilidad que ello te reporta.
Siéntete segura de ser y de estar pues tu aura de luz ahuyenta todo lo que no resulte afín a ella o lo transmuta. Confía en tu intuición y deja que todo llegue como por arte de magia. Descarta lo forzado, lo que parece superficial como si fuera de plástico para abrirte así a esa autenticidad que dio nacimiento a tu ser y al que te comprometiste a representar.
Deja los juicios para los que derrochan energía por la boca y orienta tu energía hacia la creatividad, esa dama imgeniosa que te llevará a ese carruaje que recorre el cielo y conversa con tus guías.
Celebra cada día y agradecélo pues esa actitud abre tus alas y te acerca a los seres de luz que celebramos siempre la dicha de expresar el alma.
No te dejes asustar por el que escupe juicio y crítica, activa tu cuerpo de luz y lo que es de otro, a él retornará así como lo que te pertenece, a ti vendrá como por arte de magia.
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