Niña mía, ¿cómo quieres que yo no te haya escogido para protegerte y guiarte? Siempre he estado a tu lado.
Eres la heredera de dones que yo poseía pero que no llegué a desarrollar y que traté de transmitirte, cuando eras una niña alegre y despierta. Poco a poco, los irás integrando en la edad adulta y configurarás tu futuro de paz y de luz de orientación. Eres orientadora. El alma que te lo predijo no mentía.
Trabaja la energía y confía en la fe en tí misma. Tus abuelos no te abandonaremos. Te damos un beso desde otras dimensiones. Te hemos elegido porque eres nuestra querida nieta y estás llena de luz. Algún día nos veremos y te podré dar un beso en el alma. Tus hadas te quieren y muchos otros a quienes ayudaste en otras vidas. Pronto te reencontrarás con ellos. No temas y concéntrate en tu labor de emitir e irradiar luz y la luz te irá guiando hasta lo que fuiste y a todos aquellos aspectos que tienes que trabajar para integrarte definitivamente con tu ser y con el de la matriz del Universo.
No quieras sanarte emocionalmente de forma rápida pues todo requiere su proceso. Te estamos guiando y te abrazamos. Sé que debo ayudarte y lo estoy haciendo. Sé que algunos te dañaron pero ya no eres débil. ahora eres fuerte. Sabía que encontrarías el valor para desprenderte de quien no te merece pero recuérdalos en paz. Cada uno es libre de seguir su senda y de no seguirnos, si no lo desean.
La madre Tierra está contigo y te agradece lo que estás haciendo por ella, aunque a ti te parezca poco.
Gracias por ti, por ser como eres y no dudes nunca de ti, de tu coraje, de tu fuerza y de tu capacidad para afrontar la vida y de desapegarte de lo que no forma parte de tu camino y también de lo que está en él, para no ahogarlo y permitirle ser y resplandecer en todo su esplendor.
Descubrirás que las cosas son más sencillas de lo que piensas y que cada minuto puede convertirse en un milagro obrando a tu alrededor y que tú formas parte de ese milagro.
Cada una de nuestras vidas es un milagro en sí mismo.
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