Canalización sobre la niña interior

Continúa con tus técnicas de introspección hasta que sin buscarla veas a una preciosa niña que desea que la recojas con el amor de un ángel. Eres tú, esa niña que sabe como absorber la energía hadada para traerla a la Tierra e integrarla con la energía del elemento tierra y del elemento agua. Esa niña todavía tiene sus alas en la espalda y sabe como volar libre y sin condiciones. Sin querer, ayuda y trae al mundo la embajada del reino de las hadas. Aquí ella se crece y se fortalece, mientras se curar del dolor de las heridas de sus alas lastimadas. Curarse la acercará al reino de libertad del que procede donde la ligereza de la luz del alma todo lo impregna. Imprimir esta sensación cautivadora, de desapego y de amor no condicionado en cada uno de sus pensamientos y actos en el planeta Tierra le dará un título de acceso a la escuela de hadas, duendes, elfos, gnomos y otros elementales y demás seres de luz de otras dimensiones.

Esta niña tiene la llave de acceso no sólo al mundo del que procede sino de otros mundos de otros universos. Dejar de dar rienda suelta al ego parlanchín y cansino y a aquellos que lo alimentan con sus palabras con dardos envenenados de locura es el primer paso. En ese primer paso no encontrará soledad sino plenitud y reencuentro con lo más hermoso de ella misma y también reencuentro con los suyos, aquellos que la acompañaron en otras existencias y que la ayudarán a recordar. La elevación de la vibración los atraerá pues ellos ya poseen una conciencia elevada con las cualidades del ser: paz, tolerancia, silencio, equilibrio, fortaleza y sabiduría.

Hay un elfo cerca de ti que te transmite sus conocimientos y mueve los hilos para que adquieras sus habilidades. Respecto a la clarividencia, cuanto más en paz esté tu mente, menos hablará, menos juicio y más nutrirás el vórtice de tu sexto chacra. El color azul índigo lo activa. Para ello, contempla la noche y el cielo estrellado y llénate de su energía de noche misteriosa y tranquila. El silencio de la noche te traerá silencio durante el día pues los opuestos se ayudan y complementan entre ellos. No presten atención a quien no considera ni trata a la vida como un tesoro donde atesorar el amor, pero un amor que no daña libre de intenciones y de condiciones. Si no, el amor no se vive verdaderamente.

El amor no crea adicción, ni interfiere, ni influye o condiciona, no ata sino que es un sentimiento abierto y libre donde el individuo manifiesta el esplendor y el poder de la conciencia que se ancla en el ser.