El aroma profundo de las flores exóticas de este paraíso natural te recuerda la presencia de tu guía Emilú quien te ha guiado hasta aquí.
Te parece un sueño haber llegado a este lugar que irradia perfección y pureza. Cada forma de esta isla es muestra de exquisitez y te abre los ojos para darte la bienvenida. Este lugar desprende tanto amor que deja al descubierto la geometría sagrada, el lenguaje de símbolos que tus guías te anunciábamos hace tiempo. Tú viniste a medida para este lugar y lo notas enseguida. Algo invisible te abraza y te pide que lo disfrutes sólo tú, en silencio y en secreto. Tu trabajo te encanta.
Perdiste todo el dolor del pasado, comprendiste y forjaste la capa de luz que te ha llevado a donde perteneces. Los nativos te consideran uno de los suyos y te abren las puertas de su conocimiento. Estás entusiasmada por como integras la sabiduría de estas gentes, es como si ya la hubieras aprendido antaño y ahora simplemente la recordaras.
Bendices la varita mágica que te llevó a este lugar virgen donde todo cobra un significado especial. Ahora lo comprendes todo, todo lo que te sucedió y no das crédito de que la especie humana se perjudique tanto a sí misma como lo hace, pero respetas el momento de evolución de cada cual y honras a todos aquellos que trabajan en bien de la humanidad.
Ahora estás en un mundo nuevo bañado de sal y belleza y con abundantes lagos y ríos naturales donde la vibración es de las más elevadas del planeta. Hay santuarios, templos naturales que recogen dicha vibración y multiplican sus efectos para expandirla por doquier.
Tus hermanos te enseñan cómo. Ellos te han reconocido y te valoran como te mereces. En ellos hay sencillez y grandeza a la vez. Aprendes rápido y sonríes a menudo. Nunca habías estado tan hermosa como hoy.
Has absorbido la luz especial de este enclave natural que bien pudiera asemejarse al Reino de las Hadas. Por fin, ocupas tu lugar y además conocerás más regiones bañadas por la pureza, la magia y la elevación de elementos sagrados no siempre visibles al ojo humano.
La brisa juega con los pétalos de las flores y los esparce sobre el mar, como si de perlas se trataran para que las sirenas las recojan y las engarcen en los adornos que realzan su belleza. Por fin, has encontrado a tus sirens y disfrutas del tiempo y de las habilidades para el contacto. Todos respetan tu privacidad y te brindan su apoyo, curiosamente, a cambio de nada.
Sientes algo fraternal por los oriundos de este bosque infinito, de esta selva de volcanes con lenguaje propio, de estos manglares que se pierden en mar abajo. Te vas a dibujar cerca de la cascada que tanto te hace soñar por su indescriptible belleza pero tratas de describirla con palabras y con trazos sobre el lienzo. Ojalá hubieras creído más en ti misma porque hubieras llegado antes a este lugar, que te ha adoptado como hija propia. Una ninfa del río se esconde cuando llegas, pero tú con el pensamiento le dices que no tema. Y lo hace. Te ha reconocido. Tú, simplemente, la observas y sigues pintando la cascada, dando las gracias por sentirte privilegiada de estar allí. ¿Estás viviendo tu propio cuento de hadas?
Te sientes estupendamente, tu estado de salud es perfecto, todo fluye a tu alrededor, como el mar, el río, el lago. La belleza de la naturaleza mansamente se muestra ante ti. Las especies animales se acercan a ti. Lloras cuando las ves porque como hada que eres te sientes hermanada con ellas. Un ví
nculo especial te une a los animales. Aprendes a conocer su lenguaje y a respetar su forma de vida. La fauna aquí es tan variada y tan hermosa, que pronto adoptas a simpáticas mascotas y vinculas tu trabajo al resto de animales. Desde tu atalaya de piedra, ejerces de guardiana de las especies y las proteges con tu magia para que disfruten del desarrollo que merecen y no sufran explotación, degradación ni resulten diezmadas, respetando los mecanismos de su evolución natural. El lenguaje de los símbolos te ayuda infinitamente a comunicarte con ellos, además de la telepatía.
Te sientes enraizada a la Tierra y a sus frutos y vegetales. El olor a hierba fresca, a la humedad que desprende tras la lluvia se convierte en uno de tus favoritos. Ese olor te recuerda el sabor de tu hogar, ese que está más allá de las estrellas y que te está esperando. Pero no tienes prisa.
Saboreas el instante y juegas con él con la misma naturalidad e intención honesta del corazón de los niños. Por cierto, ellos te están enseñando tanto... Aquí se respeta el medio ambiente y las especies que lo habitan. Algunos niños mantienen un contacto muy íntimo con la madre naturaleza y conocen su lenguaje. Ellos lo comparten contigo y te sientes por eso el hada más feliz sobre la Tierra. No intuir, sino comprender el lenguaje de tu madre tierra, tu verdadera madre, lo cambia todo y supone el regreso de la magia de las hadas a la Tierra, ese hermoso planeta que te ha robado el corazón y que has aprendido a amar. Las hadas han elegido este mágico lugar para ti y la elección no hubiera podido ser más acertada.
Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
Técnica ilustraciones: Acuarela
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