Bienvenid@s a mi blog de canalizaciones

jueves, 23 de octubre de 2014

Charlas sobre el karma

Una persona sumisa, servil acumulará karma pues se deja influir por personas que la están manejando a su antojo. Esta persona debe aprender a marcar límites y a ser firme para defender el corazón y permitir que la luz de su alma brille con fuerza. En sus sucesivas vidas será conducida a superar obstáculos y karma con fortaleza y determinación pues no debe confundirse ser tolerante con ser servil, debemos tolerar pero no permitir que se nos pisotee emocionalmente para complacer, ser aprobados o reconocidos por aquellos que no nos valoran ni respetan sino que simplemente nos utilizan.   

Ayudar a los demás no es ser servil ni sumiso, sino tolerante y comprensivo. Una persona tolerante sabe decir no cuando resulta adecuado, no dejarse manosear ni manipular y no olvidarse de sí misma. La vida la cuida cuando ejerce su rol según el orden divino. Una persona se debe a sus valores, a su verdad y a ella se entrega, aunque le pese a los demás pues no precisa de falsos halagos ni de la necesidad de gustar y además no se deja afectar o influir por las críticas, los desdenes, las opiniones contrarias a la verdad que rige su alma.  Cuando el alma te guía, la vida te apoya y dejas de tener adicción a un apoyo o reconocimiento social que alimenta el ego y desconoce los valores del alma. te "vuelves adicto" (o sirves) a una verdad que te hace fluir con el ahora de forma natural y te hace descubrirte a tí mismo.

Complacer, agradar, gustar a los demás (sin escucharte a ti misma) te atraerá karma y te confundirá cada vez más: no sabrás quien eres y te sentirás tan perdida y desorientada que serás capaz de encontrar tu lugar pues te dejarás influir y actuarás como pretenden los demás: no serás tú misma sino quien los demás quieren que seas. Las viejas pautas y patrones emocionales tóxicos formarán parte de tu mundo y personalidad y serás incapaz de identificarlos y, si lo haces, no tendrás la fuerza para erradicarlos, encerrándote en tu papel de víctima resignada. Sé tú misma guste o no a otros, pero respeta siempre a los demás, aún en caso de desacuerdo con ellos.

Aceptación y resignación son términos diferentes. Una persona tolerante, acepta, una persona víctimista, se resigna y nunca se responsabiliza pues prefiere lamentarse, quejarse para atraer unas migajas de atención para compensar la atención que no se presta a sí misma. Nunca va a saber lo que necesitan los demás, pues desconoce lo que necesita ella misma. 

Autora texto: María Jesús Verdú Sacases
Texto inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual         

No hay comentarios:

Publicar un comentario