Los duendes celestes nos trasladamos a tu mundo gracias a las emanaciones lumínicas azuladas que desprendes a tu paso. Por eso estamos cerca de ti y nos alegramos cuando sonríes.
Sabemos que son tiempos duros y no siempre fáciles pero queremos que sepas que estamos siempre a tu lado y que deseamos verte feliz a pesar de todas las circunstancias.
Te vemos de niña con tu bicicleta y mirando la luz del sol. En la pradera fuiste felix y allí dejaste muchas de tus risas. Sigue sanando tu pasado. Tus ancestros te le agradecen de corazón.
Sigues siendo la niña dulce que adoraba comer dulces postres y sonreír al mediodía. Gracias a tu fuerza, otros son ahora más fuertes.
Te cuidamos y te enviamos destellos de luz para que sigas siendo nuestra hermosa niña de siempre.
Para Eva
De tus duendes azules dulzones
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