Suéltate y te
sentirás como si florecieras al instante y serás más libre para fluir
por el río de la vida. Además, te sentirás enormemente ligera por no
precisar de la aprobación
ajena. De este modo, sus comentarios caerán y te pasarán de largo. Es
una forma de descargarse de los juicios ajenos: permitir de pasen, como la brisa, y que regresen allá de donde han venido y que se queden en el campo de energía de quien los originó o bien que sigan su propio camino en
otra dirección diferente a la tuya. De esta manera, las palabras ajenas
dejan de dañarte, simplemente deja de escuchar y presta atención a lo
bello y a lo auténtico de la vida porque has permitido que se te escapara durante demasiado tiempo. Empieza, en este sentido, a recuperar el tiempo perdido. En tu luz interior hay tal belleza que
debes desparramarla allá por donde vayas sintiendo
en todo momento su calor y el alivio que proporciona esta energía tan
tuya que nutre tu campo vital y lo transmuta en la vibración elevada que
estás trabajando ahora.
Que hay procesos en
tu vida que deben esperar, pues esperas, y además lo haces sin prisa,
con paciencia, abriendo los ojos al momento presente y siendo consciente de que no debes
perderte un sólo aspecto
de su esencia. Lo que tu ego etiqueta como negativo, tu ser deja de
enjuiciarlo y lo que tu ego etiqueta como bueno, tu ser lo saborea pero
sin aferrarse o pretender poseerlo hasta la eternidad pues al igual que
tú, todo lo que entra en contacto contigo es
ligero, libre y puede marcharse allá donde le apetezca. Como dejas de
interferir en el campo de acción de tu entorno, entonces el efecto será
el mismo para ti. Así pues, quienes pretendan interferirte, dejarán de tener poder
para ello. Además, como no prestarás atención
a la emoción dañina que ellos desprenden, entonces ésta seguirá otro
curso.
Cada uno sigue su camino y hay que respetarlo.Agradece todo lo
que te enseñaron los que ya no forman parte del tuyo y perdónalos
interiormente, comprobarás que la sensación de ligereza
es mayor, como si flotaras, libre de ser y de expresarte y, de este
modo, provocarás el efecto de que otros puedan ser libres de ser y de
expresar la belleza y el poder de su misión.
Seguiremos
instruyéndote sobre el karma en la Tierra, aunque no siempre obedece a
reglas prefijadas pues ten en cuenta que cada caso puede requerir de un
trato particular para
conseguir la misión sobre la que el alma se asienta y opera.
Si eres
consciente del efecto del karma y de otras leyes universales del
Universo, entonces puedes trabajar para no generar más karma negativo y
no resistirte a los acontecimientos pues la resistencia
genera más karma ya que se opone a la aceptación, gran liberadora de
karma en sí misma. Aceptar simplemente implica el reconocimiento de lo
que tienes delante. Estás ahí y lo sientes porque has sido capaz de
detenerte para valorar el momento vivido y actúas
según la coherencia de tu corazón, sin dañar a nadie ni a ti, fiel
seguidora de tu instinto y de tu intuición y no dejándote desequilibrar,
sino intentando estar en paz en medio de la situación. Con esta actitud
te adaptas como el agua.
A algunos tus actos les paracerán
bien y a otros mal, pero tú has aprendido a vivir acorde a tu corazón
porque sabes que es el súbdito del ser y que escucharlo implica
escucharte a ti y, por ende, de forma natural, escucharás a los demás y
comprenderás sus necesidades, las compartas o no. Comprender,
entender ìmplica ser impecable con la vida, aceptando los errores y
abriéndose o flexibilizándose para recibir las bendiciones de cada
instante a través de una mente cada vez más neutral, entrenada para permanecer en equilibrio, plenamente implicada en su proceso de interiorización y de exteriorización.
Lo que
aprendas, hazlo con júbilo y a sabiendas de que es un paso más en tu
camino de integridad espiritual que te acerca al ser divino que eres y que todos
somos. Descubrirlo es el mejor
de los retos y tomarlo de forma habitual en cada uno de nuestros actos y
palabras, es el mejor de los logros. Es toda una lección de vida que
toda la humanidad irá incorporando pues para eso fue diseñada, aunque a
veces las apariencias no lo confirmen.
El planeta
Tierra es una gran campo de instrucción con tantas posibilidades que, por
eso, muchos la escogen, pues es un campo tan abierto como la
más creativa de les mentes pueda
imaginar y llegar a concebir.
Has aprendido a
aceptar a la madre Tierra como tu madre y a dejar de maldecir muchas de
las experiencias que has vivido en ella. Deja de pedirle perdón por
ello porque ella
ya te ha perdonado.
Progresivamente irás recuperando muchos de los
conocimientos que te permitían fortalecer tu vínculo con ella antaño y también
con los que fueron los tuyos en otras dimensiones. A cambio, ella te
pide que te conviertas en luz pues, sin quererlo,
abrirás un camino de luz para muchos que lo necesitan y que
desconoces. Visualízate en luz y enciende tu campo de energía en actitud
de meditación y confía plenamente en que tu energía es recibida por
quienes tanto la precisan y potenciada por seres de luz
que trabajan contigo en esos instantes. A veces, podrás sentirlos como
un abrazo en tu corazón y otras, presenciarás cómo te besa el Universo,
prueba fehaciente de que eres su hija.